Los terrenos afectados—técnicamente designados como ZD-1, ZD-2 y ZD-4a—se hallan rodeados por zonas residenciales y usos terciarios en Las Filipinas, una de las urbanizaciones más antiguas y desordenadas entre San Miguel de Salinas y Orihuela.
Orihuela ha recalificado una parcela originariamente destinada a instalaciones deportivas privadas para permitir la construcción de nuevas viviendas en la costa. La Generalitat Valenciana ha otorgado la aprobación definitiva para el desarrollo de 45 viviendas en el denominado solar de “Tiro al Pichón” en Las Filipinas, una zona limítrofe con San Miguel de Salinas.
La decisión fue adoptada por unanimidad por la Comisión Territorial de Urbanismo, el órgano responsable de autorizar los planes parciales y sus modificaciones, según se ha publicado en el Boletín Oficial de la Provincia.
El propietario del suelo, la promotora Santa Cruz Urbana, solicitó el cambio de uso por primera vez en 2015 y nuevamente en 2018. La empresa alegó que, a pesar de que la parcela fue reservada para equipamientos deportivos en el Plan General de Ordenación Urbana hace más de treinta años, el proyecto nunca llegó a resultar viable.
En su petición, la promotora manifestó que el terreno resultaba “antieconómico” para explotarlo con el fin previsto y que, por el contrario, había degenerado en un vertedero de muebles y escombros de construcción, que el propietario se veía obligado a retirar periódicamente.
Las parcelas afectadas—técnicamente conocidas como ZD-1, ZD-2 y ZD-4a—están rodeadas de áreas residenciales y suelo de uso terciario dentro de Las Filipinas, una de las urbanizaciones más antiguas y caóticas entre San Miguel de Salinas y Orihuela. El sector en su conjunto abarca aproximadamente 48 hectáreas con una capacidad residencial global de casi 2.400 viviendas.
Dado que mantener la calificación deportiva ya no era “económicamente viable”, la modificación aprobada autoriza la construcción de hasta 45 viviendas sobre una superficie de 9.059 metros cuadrados, destinándose suelo adicional para viales, zonas verdes e instalaciones de uso dotacional.
El plan también incluye la cesión obligatoria al Ayuntamiento del 5% de la plusvalía generada por el cambio de uso, así como la dedicación del 10% de los derechos de edificabilidad residencial adicionales a la promoción de vivienda pública.
El informe ambiental y territorial requerido para el proyecto obtuvo una evaluación favorable en 2020, la cual fue posteriormente prorrogada hasta noviembre de 2026 para evitar su caducidad. La propuesta fue sometida a información pública en dos ocasiones—a principios de 2024 y de nuevo en febrero—sin que se presentara ninguna alegación.
El Ayuntamiento otorgó la aprobación provisional en julio, y la decisión es ahora firme, si bien permanece abierto un plazo de dos meses para la interposición de recursos contencioso-administrativos ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.
Este tipo de reclasificación está permitido por la Ley de Ordenación del Territorio y Urbanismo de la Comunidad Valenciana, y se han formulado peticiones similares en otros puntos de la Orihuela Costa. A principios de mes, otra promotora solicitó convertir en residencial una parcela destinada a equipamiento sanitario en Playa Flamenca para mejorar su rentabilidad, proponiendo la construcción de 15 adosados en un solar originalmente reservado en exclusiva para servicios.
Estas peticiones contrastan con las quejas persistentes de los residentes sobre la crónica carencia de infraestructuras y décadas de abandono. Pese al significativo crecimiento urbano, muchas de las dotaciones públicas y privadas previstas en el planeamiento de los años 90 nunca llegaron a edificarse. Grandes superficies de zonas verdes públicas permanecen sin ejecutar, y equipamientos privados como centros de salud, edificios religiosos y complejos deportivos no han materializado.
Aunque los desarrollos comerciales y de hostelería—destacando uno de los mayores centros comerciales de la provincia—han aportado algunos servicios, las dotaciones públicas esenciales son mínimas, incluyendo poco más que la Casa Consistorial, el Centro de Emergencias, dos colegios de educación primaria, un instituto y un saturado centro de salud.
Aunque hasta la fecha no se ha presentado oposición formal, aún podrían interponerse recursos durante los próximos dos meses.
