El parlamento de Argelia ha aprobado por unanimidad una ley que declara la colonización francesa del país norafricano como un crimen, y exige una disculpa y reparaciones económicas.
La ley también criminalisa la glorificación del colonialismo, según informa la televisión estatal.
El voto es la señal más reciente del empeoramiento de las relaciones diplomáticas entre los dos países. Algunos observadores dicen que están en su punto más bajo desde la independencia argelina hace 63 años.
La colonización francesa de Argelia, entre 1830 y 1962, se caracterizó por masacres y deportaciones a gran escala, y terminó en una sangrienta guerra de independencia. Argelia afirma que la guerra causó 1.5 millones de muertos, mientras que historiadores franceses dan una cifra mucho menor.
El presidente francés Emmanuel Macron ya había reconocido que la colonización fue un “crimen contra la humanidad”, pero no ha ofrecido una disculpa formal.
Según la agencia AFP, los diputados llevaban bufandas con los colores de la bandera nacional y gritaban “¡viva Argelia!” al aprobarse la ley.
La legislación establece que Francia tiene una “responsabilidad legal” por las “tragedias causadas”, y que una compensación “completa y justa” es un “derecho inalienable del estado y pueblo argelino”.
Francia aún no ha comentado sobre la votación.
Esto sucede en un momento de creciente presión sobre las potencias occidentales para que reparen por la esclavitud y el colonialismo, y devuelvan artefactos robados que aún guardan en sus museos.
Los legisladores argelinos exigen que Francia devuelva un cañón de bronce del siglo XVI, llamado Baba Merzoug (“Padre Bendito”), considerado el protector de Argel, la capital actual.
Las fuerzas francesas capturaron la ciudad en 1830, en su tercer intento, y se llevaron el cañón, que ahora está en la ciudad portuaria de Brest, al noroeste de Francia.
En 2020, Francia devolvió los restos de 24 combatientes argelinos muertos luchando contra las fuerzas coloniales en el siglo XIX.
El mes pasado, Argelia organizó una conferencia de estados africanos para impulsar la justicia y las reparaciones.
El ministro de Exteriores argelino, Ahmed Attaf, dijo que un marco legal aseguraría que la restitución no se vea como “un regalo ni un favor”.
Las relaciones diplomáticas entre Argelia y Francia se deterioron el año pasado, cuando Macron reconoció la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental y apoyó un plan de autonomía limitada para ese territorio disputado.
Argelia apoya al Frente Polisario, independentista del Sáhara Occidental, y es considerado su principal aliado.
El novelista franco-argelino Boualem Sansal fue arrestado en el aeropuerto de Argel y condenado a cinco años de cárcel, antes de ser indultado por el presidente Abdelmadjid Tebboune el mes pasado.
Los fiscales dijeron que había perjudicado la seguridad nacional al hacer declaraciones que cuestionaban las fronteras de Argelia.
