El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, ha pedido la “liberación inmediata e incondicional” de 11 empleados de la ONU arrestados por las autoridades houthis en Yemen.
Los trabajadores fueron detenidos por las fuerzas de seguridad en redadas contra el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la organización de niños Unicef y la Organización Mundial de la Salud (OMS), según dijeron agencias de noticias y la ONU.
Las redadas del domingo ocurrieron en la capital, Saná, y en la ciudad portuaria de Hodeidah, dijo el Enviado Especial de la ONU para Yemen, Hans Grundberg.
Grundberg dijo que los houthis ya mantenían detenidos a otros 23 trabajadores de la ONU arrestados desde 2021.
Las autoridades houthis no han comentado sobre los arrestos del domingo.
En un comunicado, Guterres dijo que “condena enérgicamente las detenciones arbitrarias de al menos 11 miembros del personal” de la ONU por parte de los houthis. También condenó lo que describió como el acceso forzoso a las sedes del PMA y otras agencias, así como la incautación de propiedad.
No está claro por qué los houthis atacaron a los trabajadores de la ONU. El personal de la organización y los trabajadores humanitarios han proporcionado un apoyo crucial para los yemeníes comunes, cuyo país sufre desde hace años una de las peores crisis humanitarias del mundo.
Uno de los detenidos anteriormente murió bajo custodia a principios de este año, dijo Grundberg.
Los houthis también han detenido desde hace unos tres años a unos 20 empleados yemeníes de la embajada de Estados Unidos.
“A pesar del diálogo continuo y las garantías solicitadas durante el último año, las detenciones arbitrarias de personal de la ONU, trabajadores de ONGs y de la sociedad civil han continuado”, dijo Grundberg. “Estas acciones dificultan gravemente los esfuerzos más amplios para brindar asistencia y avanzar hacia la paz en Yemen”.
A principios de este año, la ONU suspendió todo movimiento en las zonas de Yemen controladas por los houthis tras la detención de varios de su personal.
Los últimos arrestos se producen en medio de tensiones después de que un ataque israelí matara al primer ministro houthi y otros altos funcionarios el jueves.
El ataque fue el golpe más duro de Israel contra los houthis desde que comenzó a responder hace un año a los ataques con misiles del grupo. Este movimiento ha estado disparando contra Israel desde noviembre de 2023 en apoyo a los palestinos en Gaza, donde Israel lucha una guerra con Hamas.
El grupo, apoyado por Irán, controla la capital y el noroeste de Yemen desde que derrocó al gobierno reconocido internacionalmente en 2015 durante una guerra civil.
Según los informes, los combates han dejado más de 150.000 muertos y han provocado un desastre humanitario. Unos 4,8 millones de personas han sido desplazadas y 19,5 millones (la mitad de la población) necesitan algún tipo de ayuda.
