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Kim Kardashian finalmente podría seguir adelante. Crédito: Featureflash Photo Agency / Shutterstock.com
Casi una década después del dramático robo que conmocionó al mundo del entretenimiento, la justicia francesa ha dado por concluido el proceso legal contra los responsables del asalto a Kim Kardashian en París. El viernes 23 de mayo, un tribunal penal de París impuso penas de hasta tres años de prisión a los principales perpetradores, aunque la mayoría no regresarán a la cárcel, ya que cumplieron pena tras ser arrestados en 2017.
El incidente ocurrió durante la Semana de la Moda de París, en las primeras horas del 3 de octubre de 2016. Un grupo de hombres, haciéndose pasar por policías, ingresaron a la residencia privada donde se hospedaba Kardashian. Tras dominar al conserje, llegaron a su habitación y la mantuvieron a punta de pistola. En cuestión de minutos, la inmovilizaron con cinta y cables y huyeron con alrededor de $10 millones en joyas, incluido un anillo de compromiso de $4 millones que le dio su entonces esposo Kanye West.
En las últimas semanas, el tribunal ha juzgado a diez individuos por su participación en el atraco. Cuatro fueron condenados como los perpetradores directos del robo y secuestro, mientras que otros cuatro fueron hallados culpables de complicidad. Dos fueron absueltos. El caso ha sido descrito como el robo más destacado y significativo contra un particular en Francia en las últimas décadas.
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Entre los condenados se encontraban Omar Aït Khedache, conocido como “El Viejo”, de 69 años y considerado el cerebro; Yunice Abbas, 71; Didier Dubreucq, 70; y Mar Alexandre Boyer, 35, hijo de otro sospechoso. Recibieron penas de prisión que oscilan entre cinco y ocho años, pero dado el tiempo cumplido y sus condiciones médicas, se espera que ninguno regrese a prisión.
“Las penas no son excesivamente duras, considerando que no se infligió violencia física a la víctima y que muchos de los acusados son ancianos y tienen mala salud,” dijo el presidente del tribunal, explicando la razón detrás del veredicto. La mayoría de los hombres involucrados ahora tienen entre finales de los sesenta y principios de los setenta, y algunos no pudieron asistir a las sesiones finales por razones de salud.
Kim Kardashian, ahora de 44 años y una de las figuras más influyentes en las redes sociales, compareció en el histórico Palais de Justice de París el 13 de mayo para declarar. Aunque no estuvo presente para la lectura del veredicto, sus abogados leyeron una declaración en la que expresaba satisfacción con el resultado. “Fue la experiencia más aterradora de mi vida y dejó un impacto duradero. Aunque nunca olvidaré lo que sucedió, creo en el poder del crecimiento y la responsabilidad,” escribió, agradeciendo a las autoridades francesas por su trabajo.
El robo tuvo un efecto duradero en la vida de Kardashian
En su testimonio, describió el pánico que sintió durante el incidente, creyendo que iba a ser violada o asesinada. Desde entonces, ha aumentado significativamente su seguridad personal y ya no publica en las redes sociales en tiempo real. “Para poder dormir, necesito al menos cuatro a seis guardias en mi casa,” dijo al tribunal.
Uno de los momentos más conmovedores fue cuando se leyó en voz alta una carta a Kardashian de Omar Aït Khedache, quien es sordo, diabético y apenas puede hablar. En la nota, se disculpaba por el trauma causado. Kardashian, visiblemente conmovida, respondió: “Lo perdono, pero eso no borra el trauma.”
El caso también ha destacado un cambio en el perfil de la delincuencia organizada en Francia. Ya no dominada por jóvenes marginados, este robo fue ejecutado por criminales experimentados con largos historiales y extensos contactos. A pesar de su experiencia, dejaron evidencia, incluido ADN y parte de las joyas robadas, que cayeron durante su huida en bicicletas.
Uno de los perpetradores, Yunice Abbas, incluso llegó a publicar un libro titulado Robé a Kim Kardashian, en el que relata el atraco y afirma que no tenían idea de quién era la víctima hasta que la historia hizo titulares en todo el mundo.
En su alegato final, la fiscal Anne-Dominique Merville instó al tribunal a no dejarse influenciar por la aparente fragilidad de los acusados. “Han sido retratados como amables ancianos con arrugas reconfortantes, pero en 2016 eran miembros experimentados de un grupo criminal organizado. Planearon cuidadosamente esta operación y la llevaron a cabo con éxito,” argumentó. Aunque pidió penas más duras, el tribunal optó por un enfoque más medido, citando tanto la edad como la salud declinante de los acusados.
Con este veredicto, uno de los episodios más inusuales y destacados en el mundo de las celebridades llega a su fin judicial. Y aunque Kim Kardashian finalmente podría seguir adelante legalmente, es probable que las cicatrices emocionales de esa noche en París permanezcan con ella durante años.
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