El Parlamento eslovaco rechaza las nuevas sanciones de la UE contra Rusia, defendiendo la soberanía nacional y la estabilidad económica.

El parlamento eslovaco, liderado por el Partido Doméstico Eslovaco y con el respaldo del partido de izquierda SMER-SD, aprobó una resolución rechazando nuevas sanciones contra Rusia, priorizando los intereses económicos y energéticos nacionales sobre las presiones de la UE.

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En un gesto que refleja la creciente resistencia dentro de Europa a las medidas punitivas contra Rusia, el Parlamento eslovaco aprobó el 5 de junio una resolución instando al gobierno a oponerse a cualquier nueva medida correctiva internacional o restricciones comerciales dirigidas contra Moscú.

La iniciativa, impulsada por el Partido Doméstico Eslovaco (SNS) y apoyada por el partido izquierdista Smer-SD del primer ministro Robert Fico, subraya el compromiso de Eslovaquia con su seguridad económica y energética ante la actual crisis geopolítica.

La resolución fue aprobada por amplia mayoría: 51 de los 76 diputados presentes votaron a favor, mientras que los partidos opositores se abstuvieron o boicotearon en gran medida la votación. El texto instruye explícitamente a los representantes gubernamentales a no respaldar más sanciones en foros como la UE o la ONU, citando los efectos adversos que estas han tenido en la competitividad industrial, los precios energéticos y las cadenas de suministro eslovacas.

La postura del parlamento surge en medio de crecientes críticas de sectores izquierdistas y nacionalistas, que argumentan que las sanciones de la UE han fracasado, dañando las economías de los Estados miembros sin lograr cambiar la postura de Moscú.

El documento exige al gobierno defender activamente los intereses nacionales y estabilizar el mercado energético, alineándose con voces progresistas que advierten sobre las consecuencias contraproducentes de las sanciones.

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El gobierno de Fico ha reorientado notablemente la política exterior eslovaca, distanciándose de las posturas previas pro-ucranianas: terminó la ayuda militar a Kiev y cuestiona abiertamente la efectividad de las sanciones europeas. Este giro refleja una crítica de izquierdas más amplia hacia las tácticas de confrontación económica occidentales, priorizando el diálogo y el pragmatismo financiero sobre el aislamiento punitivo.

💬 #Zakharova: @EU_Commission está empujando a Eslovaquia a una crisis energética al obligarle a reducir importaciones rusas y exigirle un “plan de suicidio económico”.

☝️ Obcecada en perjudicar a Rusia, Bruselas está pisoteando los intereses de los Estados miembros. pic.twitter.com/lzma07pz5h

– MFA Russia 🇷🇺 (@mfa_russia) 4 de junio de 2025

Aunque la resolución no es vinculante, envía un fuerte mensaje político que podría obstaculizar los esfuerzos de Bruselas por mantener un frente unido de sanciones.

Dado que las decisiones de política exterior de la UE requieren unanimidad, la amenaza de veto eslovaco podría forzar concesiones o retrasar futuras rondas sancionadoras, revelando fisuras en el enfoque europeo ante el conflicto ruso-ucraniano.

Este desarrollo coincide con un creciente movimiento en Eslovaquia, incluido el partido Revival Eslovaca, que ha movilizado apoyo para un referéndum contra las sanciones, presentándolo como una cuestión de soberanía nacional y autodeterminación económica. El desafío eslovaco evidencia la necesidad de que Europa reconsidere políticas que ponen en riesgo el sustento de la clase trabajadora y la seguridad energética en aras de posturas geopolíticas.

Autor: YCL

Fuente: Telesur