Costa de Orihuela – Un Paraíso Olvidado, Pero No Olvidado

Frustración está creciendo. Nosotros, los residentes que pagamos nuestros impuestos aquí, estamos viendo cómo la gallina de los huevos de oro — nuestra economía impulsada por el turismo — está siendo lentamente estrangulada por la inacción del gobierno.

Orihuela Costa es una verdadera joya de España — un paraíso con impresionantes playas, vibrantes tiendas, campos de golf de clase mundial, bulliciosos restaurantes y el popular Zenia Boulevard. Es un lugar que llamamos con orgullo hogar y nos encanta compartir con los visitantes. Sin embargo, detrás de la belleza, se esconde una dura realidad: años de abandono han dejado a nuestra comunidad sintiéndose abandonada.

A pesar de los significativos ingresos que Orihuela Costa genera a través del turismo y los impuestos, el gobierno local continúa dirigiendo recursos en otras direcciones — particularmente hacia la ciudad de Orihuela — mientras nuestra zona se queda en ruinas.

Tanto los residentes como los visitantes no pueden ignorar los crecientes signos de este abandono. Calles llenas de baches, malas hierbas en aceras, espacios verdes descuidados y contenedores públicos rotos o inutilizables se han convertido en la norma. La basura se acumula, especialmente los desechos voluminosos dejados en puntos de recogida durante semanas. Moscas, cucarachas y animales callejeros se alimentan de bolsas dejadas al lado de contenedores inaccesibles, mientras que los canales de escorrentía se obstruyen con escombros, amenazando nuestras playas durante las tormentas.

Áreas como Villamartin, Los Dolses, La Florida, Punta Prima, Cabo Roig y La Zenia — una vez prístinas y prósperas — muestran ahora claros signos de declive. Y sin embargo, nuestras voces se sienten ignoradas.

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Frustración está creciendo. Nosotros, los residentes que pagamos nuestros impuestos aquí, estamos viendo cómo la gallina de los huevos de oro — nuestra economía impulsada por el turismo — está siendo lentamente estrangulada por la inacción del gobierno. La ciudad de Orihuela, con poco turismo o comercio propio, depende en gran medida del éxito de Orihuela Costa, pero se niega a reinvertir de manera justa en ella.

Es hora de un cambio.

Es hora de que la gente de Orihuela Costa se levante y exija el respeto y los recursos que merecemos. La política nos ha fallado porque demasiados se han mantenido en silencio. La verdad es que muchos en la costa no votaron en las últimas elecciones — y ese silencio le dio a Orihuela vía libre para seguir marginándonos.

Votar no es solo un derecho — es nuestra responsabilidad. Si no participamos, no podemos esperar un cambio.

Restauremos a Orihuela Costa al hermoso y próspero paraíso que una vez fue. Hagamos oír nuestras voces y luchemos por una parte justa de lo que hemos ayudado a construir. Ya es suficiente — merecemos algo mejor.