Agentes federales han llegado a la ciudad de Charlotte en Carolina del Norte como parte de la campaña del presidente Donald Trump contra la inmigración ilegal, según ha informado el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
En una publicación en X, el comandante de la Patrulla Fronteriza, Gregory Bovino, dijo que al menos 81 personas fueron arrestadas en la ciudad el sábado.
Funcionarios locales, incluida la alcaldesa de Charlotte, Li Vyles, publicaron una declaración conjunta criticando la operación. Dijeron que está causando “miedo e incertidumbre innecesarios” en la comunidad.
Desde que Trump volvió a la presidencia, ha desplegado tropas en Washington DC, Los Ángeles y Chicago para cumplir su promesa del “mayor programa de deportaciones” en la historia de Estados Unidos.
El DHS anunció la “Operación Telaraña de Charlotte” el sábado, afirmando que se enfocarían en “extranjeros ilegales criminales” en esta ciudad gobernada por Demócratas.
“Estamos aumentando la presencia policial del DHS en Charlotte para garantizar la seguridad de los estadounidenses y eliminar las amenazas,” dijo la secretaria asistente del DHS, Tricia McLaughlin.
Según documentos internos del gobierno, podrían involucrarse vehículos blindados y equipos de operaciones especiales en la operación en el norte de Charlotte.
Varios miembros de una iglesia que hacían trabajos en el jardín huyeron al bosque cuando llegaron los agentes y detuvieron a un hombre, informó The Charlotte Observer.
“Pensábamos que la iglesia era un lugar seguro y que no iba a pasar nada,” dijo un testigo de 15 años al periódico.
El DHS afirmó que realizan esta operación porque Carolina del Norte no ha colaborado con los casi 1,400 detenidos de ICE, quienes fueron liberados debido a “políticas de santuario”.
Aunque Charlotte no es una “ciudad santuario”, sí es una “ciudad certificada como acogedora,” un título formal para ciudades comprometidas con la inclusión de inmigrantes.
“El Presidente Trump y la Secretaria [Kristi] Noem actuarán para proteger a los estadounidenses cuando los políticos de las ciudades santuario no lo hagan,” declaró el DHS.
Charlotte es una ciudad étnicamente diversa; aproximadamente el 17% de sus residentes nacieron fuera del país.
El DHS no ha dicho cuánto tiempo durarán los operativos. El de Chicago, que comenzó en septiembre, todavía continúa.
La representante y Demócrata, Alma Adams, dijo que estaba “extremadamente preocupada” por la llegada de estos agentes a Carolina del Norte.
La próxima ciudad en la lista de Trump sería Nueva Orleans, donde podrían desplegarse hasta 200 agentes.
Operaciones anteriores en ciudades como Chicago y Los Ángeles han recibido críticas por preocupaciones sobre el uso excesivo de la fuerza.
