GINEBRA (AP) — Mientras los países comenzaban este lunes la segunda semana de negociaciones para un acuerdo global para acabar con la contaminación por plásticos, un artista apiló montones de basura plástica en una gran escultura frente a la oficina de las Naciones Unidas.
Los delegados de las negociaciones del tratado pasan diariamente por la escultura, un recordatorio de su responsabilidad para resolver la crisis de contaminación plástica. Las conversaciones deben terminar el jueves.
Benjamin Von Wong, un artista y activista canadiense, diseñó la escultura de casi 6 metros llamada “Thinker’s Burden” y la construyó con un equipo. Es su versión de la famosa obra de Auguste Rodin, “El Pensador”, en París. Hay una figura masculina en profunda reflexión, como en la original. Pero en vez de sentarse sobre una roca, la figura de Von Wong reposa sobre la Madre Tierra mientras sostiene un bebé y agarra botellas de plástico. Una cadena de ADN los entrelaza para resaltar los impactos en la salud de la contaminación plástica.
Con ayuda de voluntarios, Von Wong añade más basura plástica a la instalación durante las negociaciones, reflejando el creciente costo de la inacción. Este lunes, subió una escalera para llegar a la cima de la escultura y enredar botellas en el ADN. También colocó un carrito de juguete de plástico al frente.
“Para fin de semana, la escultura estará casi completamente cubierta de plástico. Pero la esperanza es que un tratado fuerte y ambicioso nos permita resolver este problema de una vez por todas”, dijo.
La Fundación Minderoo, una organización filantrópica australiana, fue la mayor donante del proyecto. ONGs locales y grupos comunitarios recolectaron la basura plástica.
María Ivanova, experta en gobernanza ambiental internacional, dijo junto a la escultura que esto “te despierta”. Ivanova es codirectora del Centro de Plásticos de la Universidad Northeastern en Boston.
“La gente no cambia de opinión por hechos, sino por emociones. Y aquí es donde el arte es clave para mover la aguja en las políticas”, afirmó.
Delegados y turistas se detuvieron para hablar con Von Wong y tomar fotos frente a la obra. Michael Bonser, jefe de la delegación canadiense, la llamó “extraordinariamente profunda”.
“Nos recuerda cada día lo que debemos lograr aquí dentro: un acuerdo que revierta la tendencia. Será difícil, pero es posible”, dijo.
Unas 3.700 personas, representando a 184 países y más de 600 organizaciones, participan en las negociaciones para elaborar el primer tratado global y vinculante sobre contaminación plástica.
Muchos coinciden en que el ritmo debe acelerarse. Llegaron a Ginebra con cientos de desacuerdos por resolver, y la lista de temas pendientes creció en vez de reducirse.
La comisionada europea Jessika Roswall expresó preocupación por la falta de avance: “Es hora de obtener resultados”.
Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, dijo que aún es posible lograr un tratado esta semana.
“Está al alcance. La ventana sigue abierta para salir de Ginebra con este acuerdo”, declaró.
___
La cobertura climática y ambiental de The Associated Press recibe apoyo financiero de varias fundaciones privadas. AP es responsable exclusiva de todo el contenido. Conozca los estándares de AP para trabajar con filantropías, la lista de patrocinadores y áreas financiadas en AP.org.