El arte del regreso: los mejores artistas saben cuándo hacer una pausa

El cómico Marc Maron anunció que pronto terminaría su pionero podcast de entrevistas WTF, famoso por casi 16 años de charlas con comediantes, celebridades y hasta Barack Obama (cuando era más presidente que creador de contenido) en su garaje. Dijo algo que no se suele escuchar: "Está bien que las cosas terminen."

En esta era del scrolling infinito, la cultura parece ahogarse en nostalgia, franquicias y "rentismo de propiedad intelectual". Bandas, series y películas nunca terminan o siempre se repiten. Fue refrescante ver algo detenerse con elegancia, sin caer en el olvido. Maron no dio razones profundas para dejar el podcast, solo que él y su productor estaban agotados y era el momento. "No creo que mi generación sepa cuándo parar", dijo.

Aun así, siempre hay ganas de volver: por dinero, aburrimiento o proyectos pendientes. Su invitado, el cómico John Mulaney, le respondió: "Si lo extrañas y quieres volver… hazlo. Siento pena por quienes se sienten presos por su propio final."

Durante años, critiqué los reencuentros musicales y televisivos, que me parecían estancamiento puro. Muchos regresos eran tristes: artistas mayores persiguiendo su sombra por dinero. Pero, como dijo Mulaney, un regreso puede abrir posibilidades. Pregunté a amigos sobre el reboot de Sex and the City, And Just Like That. Todos coinciden: "Es pésimo, pero no puedo dejar de verlo."

Incluso el fan más ferviente de Britpop sabe que Liam y Noel Gallagher no revivieron Oasis por cariño fraternal. Muchos especulan que el divorcio de Noel en 2023 aceleró el reencuentro. Sus conciertos son carísimos, pero el delirio en Cardiff demostró que la diversión sigue intacta.

LEAR  Cautivado como una atracción de circo

Mi postura sobre los regresos cambió cuando LCD Soundsystem volvió en 2016. Se habían despedido en grande en 2011 (filmado en un documental lujoso), pero su regreso en solo cinco años parecía cínico. Fui a un concierto en 2017 y… fue genial. Entendí que obsesionarse con la "pureza" de las despedidas era inútil. Si la música divierte, ¿qué más da?

Su álbum de regreso (2017) tuvo buenos temas, aunque su mejor momento ya pasó. Pero una obra maestra no se arruina por un trabajo posterior mediocre. No vería ni un segundo del revival de Frasier (2023), pero eso no afecta al original.

A veces, las bandas regresan solo para justificar giras. Sin embargo, me sorprendió amar el nuevo sencillo de Pulp, Spike Island, y su álbum More. Un regreso bien hecho puede aportar algo nuevo.

Aun así, admiro las pausas elegantes. REM se despidió en 2011 tras discos cada vez menos relevantes. Es llamativo lo ausentes que están hoy, pese a su fama en los 90. Seguro hubo ofertas millonarias, pero no volvieron. Su vocalista, Michael Stipe, vive una jubilación creativa ideal: proyectos artísticos, activismo y viajes (aunque borró todo de Instagram en 2025).

La clave no es volver o no, sino saber cuándo parar. El público decidirá el resto.