Un fugitivo escocés acusado de violación ha sido juzgado en el Reino Unido tras ser arrestado de manera dramática mientras hacía ejercicio en una playa de la Costa del Sol. Esto siguió a un elaborado plan para fingir su propia muerte.
James Clacher, de 57 años, fue detenido por agentes de la Guardia Civil de paisano en Nerja en mayo de 2024, tras dos años prófugo. Un vídeo espectacular muestra al musculoso y tatuado sospechoso siendo reducido en la arena mientras realizaba dominadas en el equipamiento de un gimnasio playero.
El arresto se produjo después de que Clacher escenificara su propia muerte en mayo de 2022; abandonó su Suzuki Swift en el aparcamiento de Loch Long, en Escocia, con una nota de suicidio, tarjetas bancarias destruídas y su carnet de conducir en el interior.
Luego emprendió un extraordinario viaje por Europa, relatando a la policía que había ciclado desde Francia hasta España tras esconderse en un camión para cruzar el Canal de la Mancha.
Clacher enfrenta cargos por violar a dos mujeres –una en Troon, South Ayrshire, en 2019 y otra en Glasgow en 2020– tras supuestamente conocerlas en la aplicación de citas Tinder. Se ha declarado inocente, insistiendo en que todo contacto sexual fue consensuado.
El Tribunal Superior de Glasgow escuchó cómo Clacher se había ‘integrado en la comunidad’ de Nerja, trabando amistad con un hombre local que le ayudó a conseguir trabajo y vivienda.
Se unió a un gimnasio, ofreció servicios de entrenamiento personal y se integró bien en la escena deportiva local de expatriados, lo que, en última instancia, condujo a su captura.
La Policía Escocesa había iniciado inicialmente una gran búsqueda creyendo que estaba acampando en las colinas escocesas, desplegando unidades caninas y realizando registros puerta a puerta.
Sin embargo, Clacher ya había comenzado su elaborada ruta de escape, sobreviviendo inicialmente de bayas silvestres y agua de charcos mientras se dirigía al sur.
La Agencia Nacional del Crimen del Reino Unido (NCA), a menudo denominada el FBI británico, eventualmente recibió un soplo de que él, como tantos fugitivos británicos, se escondía entre la comunidad de expatriados en la Costa del Sol.
Trabajando con la Guardia Civil, identificaron a un escocés que coincidía con la descripción de Clacher, que usaba un nombre diferente pero se había integrado en la comunidad deportiva local.
Tras una vigilancia que confirmó su identidad mediante fotografías enviadas a las autoridades británicas, la policía española actuó durante su rutina de ejercicios en la playa.
El sospechoso fue descrito como ‘peligroso’ por la Policía Escocesa.
El Detective Constable Jamie Crossan, que escoltó a Clacher de vuelta a Escocia, lo describió como ‘muy amable y hablador’ durante el vuelo de regreso.
El fugitivo detalló todo su plan de escape, revelando que incluso había considerado construir un kayak para remar hasta Marruecos, a medida que crecía su paranoia por su rostro reconocible.
El tribunal escuchó que la desaparición de Clacher ocurrió después de que supiera que enfrentaba una entrevista por dos acusaciones adicionales de delitos sexuales por tocamientos inapropiados en un gimnasio de Airdrie, sumadas a los cargos de violación existentes.
Amigos testificaron sobre haber recibido mensajes de texto inusuales de Clacher el día que desapareció; uno reveló que recientemente habían hablado de reservar unas vacaciones en España.
Su expareja dijo al tribunal que su salud mental se había deteriorado, aunque él continuaba con el senderismo y el camping los fines de semana.
El padre de Clacher contactó a la policía tras la preocupación de sus amigos, recordando luego que su hijo le dijo que ‘no podía soportarlo’.
Los investigadores descubrieron que se habían retirado 5.500 libras de una cuenta bancaria empresarial el día anterior a su desaparición, y se encontró un testamento en su gimnasio.
El caso continúa en el Tribunal Superior de Glasgow, mientras Clacher permaneció en una prisión española antes de su extradición al Reino Unido.
