Tropas estadounidenses durante un entrenamiento en Níger.
Crédito: Staff Sgt. Jeremiah Runser wikimedia.org
El presidente Donald Trump ha emitido severas advertencias sobre una inminente acción militar contra Nigeria, acusando a la nación africana de no contener los ataques de “terroristas islámicos” contra cristianos.
Esta retórica, difundida a través de su propia red social, Truth Social, ha suscitado temores sobre una posible intervención, sanciones y el cese de la ayuda exterior, mientras que oficiales nigerianos la tachan de políticamente motivada, debido a su apoyo vocal a Palestina en el conflicto de Gaza.
El arranque de Trump se produce en un contexto de continua violencia religiosa en las regiones del norte y el Cinturón Central de Nigeria, donde actores no estatales como Boko Haram y los pastores fulani han atacado comunidades, causando cientos de muertes. El líder estadounidense designó a Nigeria como “país de especial preocupación” por violaciones a la libertad religiosa, citando entre 3.000 y 7.000 muertes de cristianos, cifras no verificadas pero que coinciden con informes de grupos de ayuda sobre el terreno.
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El ultimátum incendiario de Trump sobre la violencia religiosa en Nigeria
El mensaje de Trump fue inclemente: “He ordenado a nuestro Departamento de Guerra que se prepare para una posible intervención. Si atacamos, será rápido, violento y preciso, tal como los ataques de esos matones contra nuestros queridos cristianos. ¡Advertencia: gobierno nigeriano, actúen rápido!” Prometió cortar toda la ayuda estadounidense de inmediato si la persecución continúa, presentándolo como una “amenaza existencial” para el cristianismo en el país más poblado de África.
Esta sería la segunda vez durante el mandato de Trump que Nigeria enfrenta este escrutinio; ya había sido catalogada así entre 2020 y 2021. La designación podría conllevar prohibiciones de viaje para oficiales, reducción del apoyo militar y sanciones económicas, tensionando así los lazos bilaterales ya afectados por los esfuerzos antiterroristas de Nigeria, que Trump alguna vez alabó por dar “resultados excelentes” mediante ventas de armamento.
Nigeria fortalece medidas de seguridad ante la presión estadounidense
El gobierno del presidente Bola Tinubu respondió con celeridad, rechazando la etiqueta por no reflejar las garantías constitucionales de Nigeria para la libertad de culto. En un movimiento preventivo, Tinubu se reunión con los jefes militares el jueves, exigiendo el fin de las excusas y resultados inmediatos para contener las amenazas.
El portavoz Bayo Onanuga publicó en X: “El presidente Tinubu anticipó la jugada orquestada por EE. UU. al ordenar a nuestras fuerzas: ‘Manténganse un paso adelante de quienes amenazan nuestra paz’”.
No obstante, la realidad sobre el terreno presenta un cuadro más complejo. Aunque las comunidades cristianas del Cinturón Central sufren incursiones devastadoras, como el ataque de junio de 2025 en Benue que mató a más de 59 personas, los expertos aclaran que la mayoría de las víctimas son musulmanes en el norte, de mayoría islámica. La Comisión de EE. UU. sobre la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF) reporta fallos continuos de las fuerzas nigerianas para prevenir ataques de insurgentes como ISWAP, recomendando el estatus de CPC por “violaciones sistemáticas y atroces”. Human Rights Watch confirma esto, documentando miles de muertes en un conflicto entrelazado con etnicidad, disputas territoriales y bandidaje, no únicamente con la religión.