El notorio mafioso irlandés John Gilligan ha sido puesto en libertad tras abonar una fianza de 10.000 euros, según confirmaron fuentes judiciales esta semana. El septuagenario, de 72 años y largamente establecido en la Vega Baja española, permaneció casi ocho meses en prisión preventiva tras su detención en enero en una propiedad de Orihuela Costa, donde la policía descubrió un laboratorio de drogas sintéticas a gran escala.
Gilligan fue uno de los ocho detenidos durante una operación de la Policía Nacional que desmanteló una instalación capaz de producir entre 300 y 600 kilogramos de la denominada "cocaína rosa" (tusi), una droga de diseño cada vez más vinculada al consumo en locales de ocio nocturno en Murcia. Los agentes también incautaron más de 16 kilogramos de tusi, 2,5 kilogramos de cocaína, cerca de 640 litros de precursores químicos, 93,5 kilogramos de sustancias cortes y un revólver oculto en el inmueble.
Su liberación se produce después de que retrasos en los informes de análisis forenses llevaran a que algunos de sus coacusados ya hubieran sido puestos en libertad. Una vez presentados los resultados toxicológicos pendientes, su abogado, Aitor Esteban Gallastegui, logró conseguir la concesión de la fianza. Gilligan depositó el importe requerido el viernes y fue liberado esa misma tarde.
Gilligan es una figura infame en la historia del crimen organizado irlandés, alguna vez acusado —aunque luego absuelto— de participar en el asesinato de la periodista Veronica Guerin en 1996, hecho que fue llevado al cine en 2003 con la película Veronica Guerin, protagonizada por Cate Blanchett. En septiembre de 2023, fue condenado por delitos menores relacionados con el narcotráfico vinculados a envíos postales de estupefacientes desde España hacia Irlanda.
La National Crime Agency del Reino Unido ha vinculado previamente a Gilligan con un clan criminal macedonio que operaba bajo su dirección en Murcia, dedicado a la producción y tráfico sistemático de drogas. Las autoridades mantienen que su arresto en enero fue el resultado de meses de vigilancia, durante los cuales sus presuntos colaboradores cambiaron repetidamente de domicilio entre Murcia y Alicante para evadir la detección.
La cocaína rosa, que carece de una fórmula fija, suele ser una mezcla de MDMA, ketamina, cafeína, lidocaína y ocasionalmente 2C-B. Su composición impredecible la hace particularmente peligrosa, con riesgos que van desde problemas cardiovasculares y neurológicos hasta complicaciones psiquiátricas y digestivas.