En la sesión plenaria del jueves, se presentará a los concejales de Palma un plan que aborda los años de presunto abandono de la Playa de Palma y de las zonas colindantes del municipio.
En una iniciativa sin precedentes, veintisiete entidades han aunado esfuerzos para crear la Plataforma por el Consenso de la Playa de Palma. En el pleno, los reprentantes de este colectivo expondrán el dossier, así como los argumentos y quejas acumulados durante años y que finalmente han cristalizado en esta movilización.
Las asociaciones de vecinos de Can Pastilla, Es Pil-larí y Las Maravillas han sido las principales impulsoras. A ellas se han sumado las asociaciones de Sant Jordi y Sa Casa Blanca, las dos federaciones de asociaciones de vecinos de ámbito municipal, el Sindicato Unificado de Policía, los sindicatos CCOO y UGT, la federación de pequeños negocios Pimem y la asociación de comerciantes Afedeco, entre otras. Colectivos deportivos y de la tercera edad, los clubes náuticos de El Arenal y Can Pastilla, asociaciones de padres, taxistas, guías turísticos; la variedad de entidades es considerable.
La elaboración del plan es fruto de meses de trabajo y reuniones, consecuencia directa de la percibida desatención por parte de las administraciones públicas, especialmente del Ayuntamiento de Palma. La plataforma señala a todos los partidos políticos como responsables de la situación que padecen los residentes, alegando negligencia y desinterés que han derivado en problemas de inseguridad, conductas antisociales y carencia de infraestructuras. La población de la zona se ha duplicado desde comienzos de siglo, sin que ello se haya visto correspondido con una dotación de servicios acorde.
Se definen como apolíticos. El ciudadano es la prioridad, y su punto de partida es la presentación del Plan Integral de Actuación para la Playa de Palma. Buscan alcanzar un consenso en torno a este plan, que aborda la degradación progresiva, especialmente en aquellas zonas alejadas del paseo marítimo. Un objetivo particular es evitar tener que volver a empezar de cero cada cuatro años con los cambios de gobierno. Subrayan que una parte significativa de los impuestos recaudados por el consistorio procede de la Playa de Palma.
