La condena por violación de un trabajador británico de una ONG avecindado en la Costa Blanca, por un delito cometido hace tres décadas, ha suscitado temores de que puedan emerger numerosas víctimas adicionales.
La justicia finalmente alcanzó a Steven Monk-Dalton, de 56 años, este mes, tras ser sentenciado a seis años de prisión por la Corte de la Corona de Preston el pasado 10 de octubre.
El tribunal escuchó que Monk-Dalton rondaba la treintena cuando perpetró el ataque contra su víctima adolescente –una alumna a la que entrenaba en un club de natación local en Barrow, Cumbria, en 1996.
El jurado necesitó únicamente dos horas para alcanzar un veredicto unánime tras un juicio de cuatro días, por lo que el que fuera entrenador de natación ha sido inscrito de por vida en el Registro de Delincuentes Sexuales.
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Steven Monk-Dalton, de 56 años, fue sentenciado a seis años de prisión por la Corte de la Corona de Preston este mes.
La víctima presentó fotografías y múltiples testigos que corroboraron su relato de los hechos, mientras que Monk-Dalton «no pudo presentar a un solo testigo en todos estos años –su única defensa fue ‘todos están mintiendo’», según declaró a The Olive Press una fuente cercana al caso.
«El día del juicio –la mejor prueba fue el propio Steven Monk-Dalton, quien estaba tan enredado en sus propias mentiras que había perdido la noción de lo que decía o dejaba de decir».
«Muchas de sus afirmaciones contradecían a las anteriores. Numerosos puntos diferían de lo que había afirmado instantes antes.
«Las admisiones se convertían en negaciones. Las negaciones se transformaban en admisiones. La pérdida de memoria devenía en certeza absoluta –para luego volver a ser pérdida de memoria de nuevo.
«Al no responder directamente a las preguntas, su situación fue deteriorándose. El jurado lo percibió con claridad».
El incidente no fue denunciado a la policía hasta 2019, más de 23 años después de que tuviera lugar.
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Monk-Dalton realizando labores de caridad con Unite.
Esta prolongada dilación ha generado recelos de que pueda haber más víctimas de los años que Monk-Dalton residió en el extranjero, donde se presentaba a sí mismo como recaudador de fondos y activista benéfico.
Natural de Barrow-in-Furness, se trasladó a España alrededor de 2005, residiendo durante muchos años en la Costa Blanca, en la zona de Torrevieja y la Costa Orihuela.
La fuente radicada en el Reino Unido, amiga de la víctima, considera que el delito de Monk-Dalton no fue un hecho aislado.
«Los antecedentes de esta historia tienen todos los indicios de convertirse en un caso similar al de Jimmy Saville.
«Existen motivos excepcionalmente sólidos para creer –con casi total certeza– que hay más personas a las que ha agredido.
«Nada puede probarse legalmente hasta que se decidan a dar un paso al frente –pero es imperativo que se sientan seguras para hacerlo.
«Confiamos en que el conocimiento de su condena pueda animarlas a hablar».
Durante los últimos veinte años, Monk-Dalton ha participado en numerosas campañas benéficas y desafíos de resistencia física.
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Una fotografía reciente de Monk-Dalton en el circuito de dardos de Orihuela.
Estos incluyen el correr «44 maratones en 44 días», desde el Juzgado de Orihuela en España hasta los Tribunales Reales de Justicia de Londres.
También realizó un salto en paracaídas tándem, e incluso organizó torneos benéficos de fútbol ocho contra ocho con Reunite International, una organización «especializada en la sustracción internacional de menores por parte de sus progenitores».
Su objetivo declarado en cada una de estas hazañas era demostrarle a su hija, de la que estaba alejado, que «haría cualquier cosa para mostrarle cuánto la quiero».
Con anterioridad, Monk-Dalton se había erigido en un enérgico portavoz de los padres separados de sus hijos, refiriéndose frecuentemente a cómo su hija había sido «sustraída» y cómo esto había motivado su labor de advocacy.
Asimismo, escribió numerosas entradas en su blog sobre lo que él denominaba «sustracción parental de menores» y «alienación parental».
No obstante, la misma fuente indicó a The Olive Press que las afirmaciones de Monk-Dalton sobre ser víctima de una sustracción parental eran falsas.
Dicha persona afirmó que se distanció de su hija en 2009 tras lo que se describió como una condena por «agresión grave» contra su pareja «con un arma» en presencia de la menor.
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A Monk-Dalton se le ha comparado con una posible figura similar a Jimmy Savile, con un historial oculto de crímenes que podría estar a punto de salir a la luz.
Posteriormente, su hija rehusó cualquier contacto con él –lo que condujo a sus escritos sobre la sustracción y alienación parental.
La revelación de su condena por violación ha causado conmoción en la Costa Orihuela, donde ha sido una figura prominente –y un habitual en el circuito local de dardos.
Un primer juicio celebrado a principios de año resultó en un jurado sin veredicto, pero tras reexaminar a todos los testigos y escuchar pruebas adicionales, el segundo jurado condenó a Monk-Dalton por unanimidad en cuestión de horas.
Durante la década de 1990, fue entrenador de natación en los clubes Barrow Beavers y Ulverston Otters, lo que lo situaba en contacto regular con niños.
Tras su condena, la Policía de Cumbria insta a cualquier persona que haya sido víctima de agresión sexual o abuso sexual infantil en el Reino Unido a que contacte con ellos a través del 101, o que se ponga en contacto con el Bridgeway Sexual Assault Support Service en el +44 330 223 0099.
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