Sandra Verger, directora gerente de la Asociación de Constructores Baleares, estima que se necesitan unos 6.000 trabajadores de la construcción para un sector que actualmente emplea a aproximadamente 61.000 personas. Esta escasez de mano de obra está provocando retrasos en los proyectos inmobiliarios; se puede llegar a esperar hasta un año para que puedan comenzar las obras. Albañiles, jefes de obra, carpinteros y montadores de estructuras prefabricadas figuran entre los puestos más difíciles de cubrir.
El sector de la construcción ha experimentado un envejecimiento poblacional similar al de otros sectores, si bien este se vió agravado por la crisis financiera, que condujo a que el número de trabajadores se redujera a la mitad, de 70.000 a 35.000. La gente joven se trasladó a otros sectores y no regresó. También se produjo emigración.
El Informe del Observatorio de la Construcción 2024 afirma que la edad media de los trabajadores es de 45 años. Los jóvenes menores de 30 años representan apenas un diez por ciento del total. En los últimos diez años, el perfil de la población joven ha disminuido, mientras que el de los mayores de 55 años ha aumentado de forma drástica: desde un 12% en 2014 hasta un 22% en la actualidad.
Esta brecha generacional tiene consecuencias directas y tangibles. Se calcula que en la próxima década se jubilará aproximadamente un 22% de la fuerza laboral actual del sector. Necesitamos llegar a los jóvenes para que deseen venir y formarse. En Baleares, formamos a más de 4.000 trabajadores anuales y hemos implementado programas de formación profesional de grado medio en todas las islas. La colaboración público-privada es esencial para atraer y formar a más personas. Las empresas demandan mano de obra cualificada, y debemos garantizar el relevo generacional.
El alto coste de la vida, y especialmente de la vivienda, es otra razón por la que la escasez de trabajadores es tan acuciante. El coste añadido de residir en una isla y el grave problema de la emergencia habitacional son obstáculos importantes para atraer trabajadores a las Islas Baleares.
Verger señala los esfuerzos por atraer a mujeres al sector de la construcción; las mujeres representan actualmente solo un once por ciento de la plantilla. Debemos ejercer mayor atracción sobre las mujeres. Puedo afirmar con gran satisfacción que, en el programa de formación profesional de obras de interior, decoración y renovación en Mallorca, hay más chicas que chicos. Los procesos constructivos estan cambiando, y la tecnología y la innovación implican que se requiere un menor esfuerzo físico.
