El parque nacional más emblemático de España finalmente recibe los fondos necesarios para abordar el grave agotamiento de sus recursos hídricos.
El Parque Nacional de Doñana, uno de los últimos humedales de importancia capital en Europa, verá una inyección económica destinada a evitar su desecación.
Tras años de indecisiones y promesas vanas, el gobierno central y la Junta han alcanzado por fin un acuerdo para rescatar el acuífero, que se encuentra en situación crítica.
En virtud del denominado ‘Acuerdo por Doñana’, Madrid ha desembolsado una primera partida de 28,5 millones de euros para indemnizar a los agricultores que acepten prescindir de sus cultivos de elevado consumo hídrico.
El plan contempla la retirada de 400 hectáreas de terrenos de cultivo intensivo para su renaturalización. La compensación asciende a 70.000 euros por hectárea, abonables en un plazo de diez años.
Antaño un exuberante refugio para aves migratorias, el lince y un humedal rebosante de vida, el nivel freático se ha ido secando progresivamente debido a la proliferación de pozos ilegales y explotaciones de frutos rojos que han drenado sus reservas.
El auge del cultivo de la fresa y otros frutos rojos —el denominado ‘oro rojo’— en la provincia de Huelva ha tenido un coste medioambiental enorme.
Cada hectárea consume una cantidad alarmante de 5,7 millones de litros de agua por temporada, extraídos directamente del acuífero.
Ahora, tras años de cierta pasividad, las autoridades han clausurado cientos de pozos irregulares y ofrecen a los agricultores una salida negociada.
La Junta de Andalucía complementa la oferta con 20.000 euros adicionales por hectárea, mientras que la Diputación de Huelva aporta otros 10.000 euros.
Esto eleva el total a 100.000 euros por hectárea para aquellos dispuestos a abandonar la actividad.
En total, para 2027 está previsto destinar unos 1.400 millones de euros a la resolución del problema, financiación que se reparte de forma más o menos equitativa. El objetivo es recuperar el acuífero, frenar las extracciones ilícitas y restaurar la que otrora fue la joya de la corona de la biodiversidad europea.
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La Ministra de Medio Ambiente, Sara Aagesen, ha garantizado que se concederán todas las subvenciones que sean precisas.
Incluso las explotaciones legales pueden acogerse a las ayudas si se comprometen a renaturalizar sus terrenos, sustituyendo los cultivos por vegetación autóctona y flora silvestre durante los próximos 30 años.
Las recientes precipitaciones han supuesto un alivio temporal, mitigando la sequía estival habitual.
Ya se han iniciado los trabajos para restaurar el arroyo de El Partido y otros cauces esenciales que abastecen a las marismas. Un enclave, Los Mimbrales, se erige como prototipo del futuro del parque.
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