RYANAIR rechazará a los pasajeros que presenten tarjetas de embarque impresas en los aeropuertos, ya que la compañía ha anunciado su transición completa al formato digital.
Con el objetivo de agilizar los viajes y reducir costos, la aerolínea de bajo costo está adoptando un ‘100% de tarjetas de embarque digitales’ a partir del miércoles.
Esto significa que todo pasajero deberá realizar el check-in en línea antes de llegar al aeropuerto, algo que ya hacía el 90% de ellos.
El check-in en línea proporcionará a cada uno de los 206 millones de pasajeros de Ryanair una tarjeta de embarque digital, que se utilizará tanto en el aeropuerto como durante el embarque.
Quienes no realicen el check-in en línea antes de su vuelo deberán abonar una tarifa obligatoria por hacerlo en el aeropuerto, que puede alcanzar las 55 libras, según ha comunicado la aerolínea.
No obstante, si los pasajeros ya han realizado el check-in pero no pueden acceder a su tarjeta digital, podrán obtener una copia física en el aeropuerto; un servicio que previamente costaba 20 libras.
Esta opción podría ser útil para quienes tienen dificultades con el sistema digital o se encuentren en situaciones sin acceso a internet o con la batería del móvil agotada.
A pesar de esta alternativa, algunos grupos de activismo han manifestado su preocupación sobre cómo afectará este cambio a las personas sin acceso a internet. Un informe reciente del regulador de comunicaciones Ofcom reveló que un 5% de la población del Reino Unido carece de acceso a internet en sus hogares.
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Además, estos servicios digitales que requieren aplicaciones o códigos QR suponen un desafío para las personas mayores, según Dennis Reed, portavoz de Silver Voices.
‘La revolución digital se ha vuelto completamente absurda, para ser honesto’, afirmó.
Age UK ha reiterado esta idea y ha señalado que las empresas, como Ryanair, que avanzan hacia procesos digitales y en línea, tienen la responsabilidad de ofrecer una forma alternativa de reservar, facturar y mostrar los billetes.
Ryanair no debe ‘olvidarse de los 4,3 millones de personas mayores que no utilizan un teléfono inteligente’, declaró Caroline Abrahams, directora de la organización benéfica Age UK.
Una pasajera frecuente de Ryanair de 94 años ha calificado este cambio digital como ‘deprimente’ y le preocupa tener que añadir tiempo extra a sus viajes por la necesidad de familiarizarse con un sistema nuevo, especialmente en Italia, donde visita a su hija con regularidad y no domina el idioma.
‘Me entristecería enormemente no poder ir a ver a mi hija; es algo que espero con ilusión. Es el momento culmen de mi año’, confesó.
A excepción de Marruecos, que aún exige la tarjeta de embarque en papel, la transición digital se implementará en todas las operaciones de Ryanair a partir del miércoles.
La compañía mantendrá mostradores de facturación físicos en los aeropuertos, y quienes viajen a Marruecos podrán recoger sus tarjetas de embarque en el aeropuerto.
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