COMUNICADO
Con motivo del aniversario de los límites presupuestarios de la UE, el Gobierno italiano aprobó y presentó el martes un proyecto de Documento de Programación Presupuestaria (DPB). Este incluye medidas financieras clave para el período 2026, evaluando si es factible implementar 18.000 millones de euros en recortes fiscales y apoyar la investigación y la competitividad el día 20, sin generar turbulencias en Bruselas o en los mercados.
El plazo europeo exigía la aprobación de un borrador antes del día 15, aunque este carecía de algunos detalles significativos. El Gobierno se reunirá el viernes para ultimar los pormenores, mientras que el Parlamento debatirá las medidas la semana siguiente.
No obstante, la reciente aprobación del futuro presupuesto sitúa a Italia, país considerado durante décadas en riesgo de inestabilidad financiera, en una posición de confianza internacional, especialmente en un momento en el que Francia ha visto caer a dos gobiernos debido a disputas presupuestarias. Al otro lado del Atlántico, las instituciones federales estadounidenses permanecen efectivamente cerradas tras los desacuerdos sobre el gasto entre republicanos y demócratas.
Qué implica la maniobra financiera en Italia
La asignación total aumentó en 2.000 millones de euros en comparación con el borrador inicial y fue presentada por el Ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, al Consejo de Ministros el martes por la tarde.
En Italia, "la manovra" –literalmente, "la maniobra"– es como se denomina al paquete presupuestario anual: un conjunto de cambios fiscales, planes de gasto y ajustes de políticas que el Gobierno presenta cada otoño para financiar prioridades y cumplir con los objetivos fiscales.
El nuevo plan promete reducir el Impuesto sobre la Renta (IRPEF) del actual 35% al 33% para quienes perciban entre 28.000 y 50.000 euros brutos anuales. Se estudia incluir parte del tramo siguiente, alcanzando los 60.000€ de ingresos. Esta medida tendrá un coste de al menos 9.000 millones de euros en los próximos tres años.
Apoyo a familias y empresas
Se destinarán alrededor de 3.500 millones de euros a políticas sociales y a la reducción de la pobreza durante el trienio, lo que podría afectar positivamente a más de 2 millones de familias italianas, según datos publicados por el Istat el martes por la mañana.
Estas medidas incluyen el aumento a 60 euros del cheque por bebé para madres trabajadoras con dos hijos, la refinanciación de la tarjeta prepago "Dedicata a te" para gastos de primera necesidad y la revisión del ISEE, el cálculo de ingresos y patrimonio que determina el acceso a subsidios y servicios con tarifa reducida en Italia. En este contexto, parte del valor de la vivienda habitual de una persona quedará excluido de su patrimonio.
Las deducciones por gastos de reformas (50% para la primera vivienda y 36% para la segunda) se extenderán hasta 2026, al igual que los beneficios para los contribuyentes que necesiten regularizar su situación fiscal.
Para apoyar a las empresas, el plan incluye créditos fiscales para aquellas que operen en determinadas zonas de producción, alivio en los costes de amortización y un aplazamiento hasta el 31 de diciembre de 2026 de los impuestos sobre el plástico y el azúcar, ya aprobados para desincentivar la producción y el consumo de plástico de un solo uso y de bebidas azucaradas.
Competencia sanitaria y aportaciones de los bancos
Además de los más de 5.000 millones de euros para la sanidad en 2026, el DPB prevé 2.400 millones de euros adicionales para ese mismo año. La financiación extra ascenderá a 2.650 millones de euros anuales para 2027 y 2028, menos de lo propuesto originalmente.
La reducción de recursos podría traducirse en un recorte sustancial a la mitad del plan para contratar a 10.000 médicos y enfermeras anunciado por el Gobierno, una contención de las subidas salariales para los trabajadores sanitarios y una merma de los fondos para cribado y prevención.
Este escenario ha generado críticas por parte de asociaciones profesionales y líderes de la oposición. Las medidas del DPB son "completamente insuficientes para que Italia vuelva a situarse en la media europea de inversión en sanidad pública", comentó la secretaria del Partido Demócrata, Elly Schlein.
La financiación del presupuesto, según el ministro Giorgetti, procederá de "las mejoras del entorno de las finanzas públicas, así como de la remodelación del PNRR". El PNRR es el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia de Italia, financiado con fondos europeos.
Giorgetti también señaló que los bancos y las compañías de seguros tendrían que contribuir. Se estima que estos actores podrían llegar a aportar 4.500 millones de euros, pero aún no hay acuerdo entre las fuerzas mayoritarias ni con las instituciones financieras implicadas. Ésta es sólo una de las razones por las que la aprobación definitiva del presupuesto requerirá una nueva reunión del ejecutivo.
Otro punto a debatir es el aumento de la edad de jubilación en 2027 hasta los 67 años y tres meses.
