Los bañistas de Estepona llevan días intrigados por una extraña silueta que se desliza con parsimonia por el horizonte: una descomunal plataforma flotante que más bien semeja un edificio a la deriva que un buque convencional.
La estructura de ciento cincuenta metros, escoltada por remolcadores, ha desconcertado por igual a residentes y foráneos debido a su diseño poco convencional, que recuerda a un puente colgante.
Los más curiosos han logrado finalmente identificar la naturaleza del artefacto, el cual no es una embarcación en absoluto, sino el tablero metálico del futuro Puente Anne de Bretagne en Nantes.
El insólito espectáculo resulta ser un puente fabricado en Italia que está siendo transportado por mar hasta Francia.
Ensamblado a lo largo de seis meses, el armazón de dos mil doscientas toneladas está siendo remolcado más de cinco mil kilómetros hasta la desembocadura del Loira, en una de las operaciones logísticas más ambiciosas de Europa.
La desmesurada estructura —con cuarenta y dos metros de anchura y una altura equiparable a un edificio de ocho plantas vista de perfil— zarpó del puerto de Monfalcone el veintiséis de octubre, tras desmontar vías de acceso y reforzar los muelles para su traslado. Una red de cables de sujeción provisional mantiene la rigidez del conjunto mientras avanza hacia el oeste a unos seis nudos.
El convoy ya ha surcado el Adriático y el Mediterráneo, y en estos momentos bordea la Costa del Sol rumbo al Estrecho de Gibraltar.
El gigantesco Pont Anne de Bretagne siendo izado sobre una gabarra en el puerto de Monfalcone, Italia.
Una vez en territorio francés, el tablero será colocado junto al puente existente en Nantes, triplicando su anchura para crear un denominado ‘puente-plaza’ con espacio suficiente para tranvías, vehículos y peatones, sin necesidad de demoler la estructura antigua.
Transportar la pieza en un único bloque mastodóntico evita aproximadamente cien traslados por carretera y ahorra miles de toneladas de hormigón, acero y emisiones de CO2 en comparación con la construcción de un puente nuevo desde cero.
Si las condiciones meteorológicas lo permiten, se prevé que la plataforma alcance el estuario del Loira entre el veinte de noviembre y el diecinueve de diciembre, estimándose la llegada del remolcador para el uno de diciciembre alrededor de las 18:00 horas.
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