Un caso de acoso escolar en el sur de China a provocado protestas y pedidos de justicia para la víctima de 14 años.
Un video donde se ve a la niña siendo golpeada, pateada y obligada a arrodillarse por otros tres menores se volvió viral en la ciudad de Jiangyou, en la provincia de Sichuan, la semana pasada.
La policía dijo que las tres sospechosas son mujeres de 13, 14 y 15 años, y que dos fueron enviadas a "escuelas especiales para educación correctiva".
Al difundirse la noticia en redes, muchos consideraron que el castigo fue demasiado leve, especialmente después de saberse que la niña llevaba tiempo sufriendo acoso y que su madre, quien según se dice es sorda, había suplicado a las autoridades más justicia para su hija.
En varios videos grabados por las agresoras, se escucha a la víctima decir que llamaría a la policía tras ser golpeada repetidamente con un palo. Una de las atacantes respondió que no tenían miedo, y otra afirmó haber ido a la comisaría más de 10 veces, diciendo que siempre la liberaban en menos de 20 minutos.
Estos comentarios resonaron con quienes creen que no se hace lo suficiente contra el acoso en China.
El caso generó indignación en internet y protestas afuera de las oficinas del gobierno en Jiangyou.
Más de 1,000 personas se reunieron el 4 de agosto y permanesieron hasta pasada la medianoche, según dueños de locales.
Uno de ellos contó a la BBC que "hubo sangre" después de que la policía usara porras y dispositivos eléctricos contra la multitud.
Varios videos muestran a agentes arrastrando manifestantes y golpeandolos con porras. Un testigo dijo que también vió botellas de agua lanzadas hacia la policía.
"La gente solo quería justicia", dijo. "Estaban molestos por la [falta de] castigo".
Los testigos no quisieron dar sus nombres, ya que la policía habría pedido a los locales no hablar del incidente.
Cuando la BBC llamó a la Oficina de Seguridad Pública, le dijeron que había "limitaciones para prensa extranjera haciendo preguntas".
Las protestas en China no son raras, pero rápidamente son censuradas en medios estatales e internet.
Las manifestaciones en Jiangyou obligaron a la policía a desmentir rumores de que las agresoras eran hijas de un abogado y un inspector policial.
"Dos padres están desempleados, dos trabajan fuera de la provincia, uno es vendedor local y otro repartidor", explicó un comunicado.
La policía sancionó a dos personas por difundir información falsa, diciendo que sus publicaciones "alteraron el orden público y causaron un mal impacto social".
Un abogado de Shanghai escribió en Weibo que este caso muestra un dilema legal:
"La pena por lesiones leves es muy leve, mientras que el trauma físico y mental de las víctimas es ignorado por la ley, creando un desequilibrio en la protección de sus derechos".
Sus credenciales fueron verificadas por la BBC, pero prefirió no dar su nombre.
El acoso escolar es un tema sensible en China, y muertes de estudiantes por presunto bullying han generado protestas antes.
En enero, la muerte de un adolescente provocó protestas violentas en el noroeste de China. Se lanzaron objetos a la policía en Pucheng, Shaanxi. Las autoridades dijeron que el joven murió en un accidente en su dormitorio, pero hubo acusaciones de encubrimiento.
El año pasado, un tribunal impuso largas condenas a dos adolescentes que asesinaron a un compañero en Hebei con una pala. Los menores de 13 años enterraron a la víctima en un invernadero abandonado.
La familia y el abogado dijeron que la víctima sufrió acoso, aunque el tribunal solo mencionó "conflictos" con los condenados.