Australia podría usar varias tecnologías para implementar su prohibición de redes sociales para menores de 16 años, pero todas tienen riesgos o desventajas, según un informe.
El gobierno dice que su prohibición, que entra en vigor en diciembre, está diseñada para limitar los impactos dañinos de las redes sociales. Esta política ha sido promocionada como la primera del mundo y está siendo observada de cerca por líderes globales.
Bajo las nuevas leyes, las plataformas deben tomar “medidas razonables” para evitar que los niños australianos creen cuentas en sus sitios y desactivar las existentes.
Aunque la medida es popular entre muchos padres, los expertos han expresado preocupación sobre la privacidad de los datos y la precisión de la tecnología de verificación de edad.
El gobierno encargó a la organización británica Age Check Certification Scheme que probara las formas en que Australia podría hacer cumplir la prohibición, y su informe final se publicó el domingo.
El informe examinó varios métodos, incluyendo verificación formal con documentos gubernamentales, aprobación parental o tecnologías para determinar la edad basadas en la estructura facial, gestos o comportamientos, y encontró que todos eran técnicamente posibles.
“Pero no encontramos una única solución ubicua que se adaptara a todos los casos de uso, ni encontramos soluciones garantizadas para ser efectivas en todos los despliegues”, dijo el informe.
La verificación con documentos de identidad fue citada como el método más preciso, pero el informe identificó la preocupación de que las plataformas puedan conservar estos datos más tiempo del necesario y anticipó que los compartirían con reguladores, lo que pondría en riesgo la privacidad de los usuarios.
Australia, como gran parte del mundo, ha sufrido en los últimos años una serie de filtraciones de datos de alto perfil, incluyendo casos en los que se robó y vendió o publicó información personal sensible.
La tecnología de evaluación facial fue 92% precisa para personas de 18 años o más, pero existe una “zona de amortiguación” de aproximadamente dos a tres años alrededor de los 16 años donde es menos precisa. El informe dijo que esto llevaría a falsos positivos, permitiendo cuentas a niños, y falsos negativos, bloqueando a usuarios que deberían estar permitidos.
También existen preocupaciones de privacidad y precisión con los métodos de aprobación parental, según el informe.
Recomendó que los métodos se “superpongan” para crear el sistema más robusto, y destacó que muchos proveedores de tecnología buscan formas de abordar la evasión, como through cosas como falsificación de documentos y VPNs (redes privadas virtuales) que ocultan el país del usuario.
La Ministra de Comunicaciones, Anika Wells, dijo que no hay una “solución única”, pero que el informe muestra que las verificaciones de edad pueden ser “privadas, eficientes y efectivas”.
“Estas son algunas de las empresas más ricas del mundo. Están a la vanguardia de la IA. Usan los datos que les damos para una multitud de propósitos comerciales. Creo que es razonable pedirles que usen esa misma data y tecnología para mantener a los niños seguros en línea”, dijo a periodistas el lunes.
“No hay excusa para que las plataformas de redes sociales no tengan una combinación de métodos de verificación de edad en sus plataformas lista para el 10 de diciembre.”
Bajo la prohibición, las empresas tecnológicas pueden ser multadas con hasta 50 millones de dólares australianos si no toman “medidas razonables” para impedir que los menores de 16 años tengan cuentas. Estas medidas aún están por definirse.
Facebook, Instagram, Snapchat y YouTube están entre las plataformas afectadas.
Encuestas indican que la mayoría de los adultos australianos apoyan prohibir las redes sociales para niños menores de 16 años.
Sin embargo, algunos defensores de la salud mental dicen que la política podría aislar a los niños, y otros dicen que podría empujar a los menores de 16 hacia rincones de internet aún menos regulados.
Sugieren que el gobierno debería enfocarse en mejor policiar el contenido dañino en las plataformas y preparar a los niños para la realidad de la vida en la web.
