El principal sospechoso en el caso de Madeleine McCann y criminal sexual convicto, Christian Brueckner, podría estar a punto de regresar a España o Portugal tras su liberación de la cárcel.
El delincuente sexual alemán fue liberado hoy (17 de septiembre) después de cumplir una condena de siete años por la violación brutal de Diana Menkes en Praia da Luz, Portugal, en 2005.
El convicto, ahora de 49 años, recuperó su libertad tras cumplir la pena por el sádico ataque contra la mujer estadounidense de 72 años, ocurrido a escasos metros de donde Madeleine McCann fue vista por última vez en Praia da Luz en mayo de 2007.
A pesar de que Brueckner es el principal sospechoso de las autoridades alemanas en la desaparición de Madeleine, su liberación era inevitable al cumplir su condena, y un intento de procesamiento por otros delitos fracasó.
Fue absuelto en octubre de 2024 por un tribunal alemán de varios delitos sexuales presuntamente cometidos entre 2000 y 2017 en Portugal, incluyendo tres violaciones y dos casos de abuso sexual a menores.
La fiscalía ha apelado el fallo, citando parcialidad del juez y la omisión de pruebas clave. Dicho recurso aún está pendiente.
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La fiscalía alemana ha solicitado que a Brueckner se le coloque una tobillera electrónica para rastrear sus movimientos. No obstante, se desconoce si esto se ha llevado a cabo.
Brueckner ha negado cualquier participación en la desaparición de Madeleine, pero sigue siendo sospechoso oficial tanto en Alemania como en Portugal.
Aunque su defensa ha sugerido que podría cambiar su apariencia y huir del país, es probable que permanesca en Europa, habiendo vivido durante años en España y Portugal. Residió anteriormente en la zona de Granada, en España, y en la región del Algarve, donde pasó más de una década involucrado en diversas actividades criminales.
Incluso fue visto viviendo en una autocaravana en las playas cercanas a Praia da Luz cuando Madeleine desapareció en 2007.
Brueckner, un criminal profesional, fue condenado en 2018 por la violación de Diana Menkes. El ataque ocurrió en Praia da Luz, donde Brueckner ató y violó a la mujer de edad avanzada, grabando la agresión. Su condena se basó en pruebas de ADN que lo vinculaban al crimen.
Las autoridades alemanas lo han investigado desde 2017, viéndose reforzadas sus sospechas por pruebas circunstanciales. También fue condenado por tráfico de drogas, allanamiento y robo.
Más inquietante, sin embargo, es el testimonio de varios testigos en Portugal en 2017, quienes afirmaron que Brueckner se exhibió ante ellas durante una festividad local en Messines.
Una testigo, la irlandesa Hazel Behan, víctima de una violación, lo identificó a partir de su propia experiencia traumática, afirmando reconocer sus “penetrantes ojos azules” y una marca distintiva en su muslo.
En una reciente entrevista, el investigador principal Hans Christian Wolters reiteró su convicción de que Brueckner es responsable de la desaparición de Madeleine. También ha declarado abiertamente que creen que la asesinó. “Creemos que él es responsable de la desaparición de Madeleine McCann y que la mató”, declaró Wolters.
Las autoridades alemanas, a pesar de estar seguras de contar con pruebas circunstanciales que lo vinculan a la desaparición, siguen presionadas para construir un caso sólido que permita imputarlo.
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