El Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) ha aprobado un nuevo concurso público para la gestión de los atraques en la terminal de tráfico local de Palma, conocido como el Muelle de las Golondrinas, donde se prohíbe explícitamente la operación de *party boats*.
Según la nueva concesión, situada en el paseo marítimo de Palma, solo se permitirán buques mercantes para transporte de pasajeros (buques de segunda lista). La concesión también incluye dos atraques para el Bus Nàutic, un nuevo servicio marítimo público que conecta zonas del puerto con la ciudad, así como otros dos amarres para embarcaciones de tránsito en operaciones de embarque y desembarque.
La APB señaló que la decisión refleja su compromiso con los vecinos, quienes han manifestado en meses recientes su queja por el ruido y las molestias ocasionadas por algunos turistas. Se espera además la próxima aprobación de una nueva ordenanza cívica que regulará el comportamiento en las zonas públicas del puerto, la cual se encuentra actualmente en período de información pública.
El presidente de la APB, Javier Sanz, afirmó que las medidas buscan frenar actos vandálicos, combatir la sensación de masificación y mejorar la imagen tanto del puerto como de la ciudad; problemas denunciados repetidamente por los residentes de la zona. El ámbito de la concesión abarca el muelle de tráfico local y las aguas adyacentes utilizadas por las embarcaciones de excursión, totalizando 17.000 metros cuadrados de dominio público portuario.
Un requisito fundamental para los licitadores será la organización de actividades culturales y familiares que contribuyan a revitalizar la terminal, especialmente durante la temporada baja. Entre las iniciativas propuestas figuran salidas gratuitas para grupos escolares, exposiciones y teatro infantil con temática marítima.
Las mejoras ambientales también tendrán un peso considerable en la evaluación de las ofertas. Estas podrán incluir la reutilización de excedentes de materiales de construcción, la instalación de elementos que fomenten la biodiversidad marina y la incorporación de sistemas de autosuficiencia energética o generación de energías renovables.
La concesión tendrá una duración máxima de diez años. La tasa anual de ocupación pública a ingresar se sitúa en algo más de 192.000 euros, con un canon de actividad del cuatro por ciento sobre el volumen de negocio.
