¿Estás planeando una gran fiesta de verano? No cuentes con reservar un Airbnb para alojarla.
La popular plataforma de alquiler a corto plazo ha implementado una tecnología anti-fiesta para limitar las reservas de “fiestas incontrolables”.
Este sistema utiliza inteligencia artificial para evaluar a los huéspedes en función de señales de advertencia, como estancias cortas, reservas de última hora y la frecuencia con la que utilizan la plataforma. Si una reserva se considera sospechosa, los usuarios quedan bloqueados para alquilar casas completas, aunque se les ofrecen opciones alternativas de alojamiento.
Esta medida forma parte de los esfuerzos de la compañía para “promover viajes responsables y ayudar a los anfitriones a proteger sus espacios” durante los periodos de alta demanda. Desde que implementaron una “prohibición de fiestas” en 2020, Airbnb afirma que los informes de eventos disruptivos han disminuido considerablemente.
Airbnb enfrenta una creciente oposición en Europa
Este es el cuarto año que Airbnb utiliza este sistema. En 2024, la compañía asegura que evitó más de 51,000 posibles fiestas durante el Día de los Caídos y los fines de semana del 4 de julio en Estados Unidos, dos de los fines de semana de viaje más populares en el país.
A pesar de que Airbnb toma medidas enérgicas contra las fiestas, los efectos más amplios de los alquileres a corto plazo siguen siendo objeto de debate. Esto es especialmente cierto en las ciudades europeas, donde se critica a la plataforma por el impacto en el mercado de alquiler, la escasez de viviendas y las molestias en los vecindarios.
Por ejemplo, Chequia ha impuesto límites a los alquileres a corto plazo en sus centros urbanos para reducir las molestias por ruido, una medida que ha sido bien recibida por los concejales de distrito. Amsterdam limita a los propietarios a alquilar sus propiedades por un máximo de 60 días al año, como parte de sus esfuerzos para combatir la saturación turística, la contaminación acústica y los problemas de vivienda.
En España, especialmente en Barcelona, Airbnb ha sido objeto de críticas. La región de Cataluña ya exigía permisos y regulaba los impuestos para los alquileres turísticos antes de plantear la posibilidad de prohibir completamente la plataforma. Barcelona ha anunciado planes para eliminar los 10,000 apartamentos de alquiler a corto plazo con uso turístico para 2028, priorizando así la vivienda para residentes permanentes y reduciendo las molestias que han afectado su centro, al igual que en ciudades como Sevilla y Valencia.
Recientemente, el gobierno central de España ha intensificado la presión sobre Airbnb, ordenando la eliminación de más de 65,000 anuncios de alquiler turístico en todo el país por no cumplir con las normativas vigentes.
Airbnb ofrece otras herramientas para evitar estancias disruptivas
Desde su fundación en 2007 como una plataforma de economía colaborativa, Airbnb se ha convertido en un competidor importante para la industria hotelera a nivel mundial. Sin embargo, a medida que la plataforma ha crecido, ha tenido que enfrentarse a la presión de las ciudades que buscan equilibrar el turismo con la calidad de vida de sus residentes.
Además de la detección de fiestas, Airbnb utiliza inteligencia artificial para evaluar las reservas en busca de posibles riesgos y ofrece sensores de ruido gratuitos, un equipo de seguridad disponible las 24 horas y un canal de soporte para que las autoridades puedan reportar cualquier problema.
Aunque quedan dudas sobre la efectividad de estas herramientas, el mensaje es claro: si planeas una fiesta, no cuentes con Airbnb como tu opción de alojamiento.