Una importante banda de narcotráfico que operaba entre Málaga, La Línea y Ceuta ha sido desmantelada en una operación llevada a cabo al amanecer, en la cual se incautó más de una tonelada de hachís, vehículos de lujo y decenas de miles en efectivo.
La Policía Nacional ejecutó registros coordinados en la madrugada del martes 21 de octubre, interviniendo inmuebles en Málaga y La Línea, con allanamientos paralelos en Ceuta.
Quince personas fueron detenidas en la última fase de la investigación, de un año de duración, denominada Operación Roble.
Según la policía, la banda recibía el hachís en Ceuta, donde se almacenaba en almacenes ocultos en zonas remotas de difícil acceso para evitar su detección.
Posteriormente, la droga era empaquetada en vehículos y embarcaciones con dobles fondos para su contrabando a través del Estrecho hacia la Costa del Sol o el Campo de Gibraltar, donde la organización mantenía más puntos de almacenamiento para su distribución.
La red operaba con una estricta disciplina y secretismo, asignándose a cada miembro un rol específico dentro de una estructura muy organizada diseñada para dificultar la labor de los investigadores.
Nueve integrantes de la misma red ya habían sido arrestados en fases previas y permanecen en prisión provisional.
Los últimos allanamientos elevan el número total de detenidos a 24, aunque la policía anticipa más arrestos dado que la investigación permanece abierta.
Los agentes incautaron 1.120 kilos de hachís, 120 gramos de cocaína, una plantación de marihuana, 50.000 euros en efectivo y 17 vehículos de alta gama, incluyendo once automóviles de lujo y seis motocicletas.
La operación también contó con la participación de unidades de élite de la policía, incluyendo el GEO, antidisturbios, equipos caninos y apoyo aéreo.
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