La primera fase de la remodelación del paseo marítimo de Magaluf incluye trabajos en la playa para crear dunas de bajo impacto. Hay cuarenta y ocho palmeras junto con flora resistente a la sequía, así como un sistema para reducir el uso de agua potable.
Todo el trabajo cuenta con una subvención de cuatro millones de euros de los fondos de la UE Next Generation, además de un millón de euros de ingresos por impuestos turísticos. Se espera que la primera fase sea inaugurada por el Ayuntamiento de Calviá el 22 de junio.
El arquitecto municipal Pep Lluis Mosterio explica que el trabajo implica una serie de medidas medioambientales, una de las cuales implica la recolección de agua de lluvia. Esta agua se dirige a una planta de tratamiento y proporcionará riego y suministro de duchas en la playa. Además, hay lavapiés que se alimentarán con agua de mar. Las palmeras se han agrupado para formar ‘pequeños oasis’.
Las dunas, incluyendo su vegetación, no son más altas de ochenta centímetros. Esto es para evitar impacto visual, y están separadas por cañas y otras hierbas. El ayuntamiento dice que originalmente iba a haber cinco áreas de dunas. Ahora hay dos, y están en partes de la playa que no suelen ser utilizadas por los bañistas.
Son las dunas más que cualquier otra cosa las que han generado comentarios. Por ejemplo, los negocios no están convencidos por las garantías con respecto al impacto visual; les preocupa que las vistas desde las terrazas se vean afectadas. Mientras tanto, se han expresado dudas sobre si estas dunas serán capaces de resistir el impacto de las tormentas.
