A medida que las carreteras de Mallorca registran una congestión cada vez mayor cada verano, la comunidad de expatriados del archipiélago observa con atención los nuevos planes gubernamentales para limitar el número de vehículos que acceden a Mallorca antes de la temporada turística de 2026. Los representantes del Govern balear y los presidentes de los consejos insulares se reunirán en las próximas semanas para debatir la introducción de una ley regional que limite el número de vehículos que acceden a todas las islas del archipiélago. Esta iniciativa pretende abordar la creciente preocupación por la congestión del tráfico, la polución y la sostenibilidad en uno de los destinos turísticos más populares de Europa.
Aunque Formentera e Ibiza ya han implementado sus propios sistemas de regulación, el nuevo proyecto persigue crear una legislación marco que abarque la totalidad de las Illes Balears, garantizando así coherencia y claridad tanto para los residentes como para los visitantes.
Mallorca se dispone a aprobar las restricciones
En Mallorca, se prevé que el Consell de Mallorca apruebe las propuestas para restringir la entrada de vehículos y los coches de alquiler antes de que finalize 2025, seguidas de una aprobación formal en el Parlament balear a principios de 2026. Las autoridades confían en tener el nuevo sistema operativo antes del inicio de la temporada turística de 2026, otorgando así a las instituciones y negocios locales un plazo para adaptarse.
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Estas restricciones supondrían un giro significativo en la gestión de la infraestructura de transporte de la isla durante la temporada alta, cuando decenas de miles de coches de alquiler saturan las vías cada verano.
Obstáculos políticos
No obstante, la iniciativa se topa con desafíos políticos. El Partido Popular (PP), que lidera tanto el Govern balear como el Consell de Mallorca, necesitará el respaldo de otros grupos para sacar adelante la legislación. Su partner de coalición, Vox, se opone a las limitaciones propuestas, alegando que podrían perjudicar al turismo y a los negocios locales.
Esto implica que el PP deberá asegurar el apoyo de los partidos de la oposición, PSOE y Més per Mallorca, de quienes se espera que exijan garantías medioambientales y sociales a cambio de su voto.
De alcanzarse un consenso, el Govern balear aspira a establecer un sistema sólido jurídicamente y de alcance insular que equilibere la protección del medio ambiente con los intereses económicos.
Multas severas por infracciones
El anteproyecto de ley para Mallorca incluye un régimen sancionador estricto concebido para disuadir de su incumplimiento.
- Los particulares que falsifiquen credenciales de acceso podrían enfrentarse a multas de hasta 10.000 euros.
- Las empresas de alquiler de vehículos que omitan la declaración de las matrículas de los coches trasladados a Mallorca podrían ser sancionadas con hasta 30.000 euros.
- Entre las penalizaciones adicionales se contempla la inmovilización de vehículos por un plazo máximo de cuatro meses y la revocación de autorizaciones de actividad, con la prohibición de solicitar nuevos permisos durante un bienio.
Estas medidas subrayan la determinación gubernamental de garantizar el cumplimiento de la norma y reducir la presión sobre la infraestructura local durante los meses de mayor afluencia.
Un punto de inflexión para la movilidad insular
De ser aprobada, la comunidad balear se convertirá en una de las pocas regiones mediterráneas en adoptar un límite vehicular integral y multinsular, lo que posicionaría al destino a la vanguardia de la gestión turística sostenible.
Esta medida refleja un reconocimiento creciente de que preservar la belleza natural de las islas exige equilibrar la accesibilidad con la responsabilidad – un reto que definirá la próxima era del turismo en todo el archipiélago balear.
