En el pueblo blanco de Cómpeta, el 15 de agosto no es solo una fecha más del verano.
Ese día se celebra La Noche del Vino, la fiesta local más importante y una carta de amor a las uvas, la música y la tradición.
Apodada el “Balcón del Mediterráneo”, Cómpeta organiza una fiesta con raíces en las antiguas despedidas de los trabajadores de los viñedos antes de la vendimia. Por entonces, las familias se reunían en la Plaza de la Almijara para despedirse hasta octubre, cuando se pisaban las uvas y se empaquetaban las pasas. Como no, todo ocurría al ritmo de fandangos y el fluir del vino local.
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La fiesta moderna sigue empezando con la pisa —el tradicional pisado de uvas— en la Plaza de la Vendimia. Se completa con grupos de Verdiales, cante flamenco y bailes populares. Al medio día, los visitantes disfrutan de un almuerzo campero, antes de que la fiesta regrese a la plaza principal para discursos, música y, cómo no, más vino y más.
Los puestos de comida sirven migas (un plato español hecho de migas de pan fritas con ajo, aceite de oliva y a menudo chorizo u otras carnes), ensaladas y bacalao (pescado salado, típicamente rehidratado y cocinado en varios platos), mientras que un mercadillo nocturno ofrece artesanías, desde joyería hasta velas. El aire se llena de canto, las calles de baile y cada vaso de dulce vino moscatel.
Declarada Fiesta de Interés Turístico de Andalucía, La Noche del Vino es una de las celebraciones más inolvidables del verano en la provincia de Málaga.
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