Traficantes de droga hundieron deliberadamente su yate en Tenerife tras ser acorralados por patrullas de aduanas españolas.
Los dos tripulantes, uno francés y otro neerlandés, tomaron la desesperada decisión de destruir cocaína valorada en millones de euros al darse cuenta de que habían sido interceptados.
Uno de los contrabandistas sufrió graves quemaduras en el incendio y tuvo que ser evacuado en helicóptero de rescate.
A pesar de la destrucción del barco y la pérdida de la mayor parte del alijo, la policía logró recuperar 25 kilos de cocaína antes de que el yate quedase consumido por las llamas.
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La dramática persecución marítima comenzó tras recibir inteligencia sobre un yate sospechoso cerca de Tenerife que preparaba transferir droga a una lancha rápida para introducirla en España.
La operación contó con información crucial de la Agencia Nacional del Crimen del Reino Unido y la DEA estadounidense.
Las autoridades españolas calificaron el abordaje como "extremadamente peligroso" debido al mal estado del mar y el fuego provocado por los narcos para destruir la droga y la embarcación.
"La rápida actuación de los agentes permitió sofocar inicialmente el incendio, abordar el barco y recuperar parte de la mercancía antes de que el fuego se reavivara y destruyera la mayoría de la carga y la embarcación", explicaron fuentes oficiales.
El velero, llamado Lona, quedó totalmente destruido junto con la mayor parte de su cargamento ilícito.
Los dos tripulantes fueron detenidos y trasladados a Santa Cruz de Tenerife el viernes, junto con la droga incautada y las patrulleras que intervinieron.
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