El ministro del Interior alemán, Alexander Dobrindt, intentó suavizar las diferencias con Polonia sobre política migratoria este lunes durante su visita a Varsovia.
El nuevo gobierno de Alemania ha mostrado su intención de frenar la migración irregular desde que asumió el poder el mes pasado, reforzando los controles fronterizos y denegando la entrada a migrantes incluso si solicitan asilo.
Esta medida ha generado críticas de los vecinos, incluido Polonia, donde el primer ministro Donald Tusk expresó su desacuerdo con la política durante la visita del canciller alemán Friedrich Merz en mayo.
Tras reunirse con Dobrindt este lunes, el ministro del Interior polaco, Tomasz Siemoniak, afirmó que proteger las fronteras externas de la UE y combatir la migración ilegal son “prioridades comunes” para Alemania y Polonia.
“Solo juntos podemos enfrentar los desafios del mundo moderno”, añadió.
Los dos ministros discutieron cómo minimizar los efectos de los controles para los viajeros en la frontera.
“Hemos hablado sobre cómo hacer la situación más armoniosa posible para todos los usuarios de las carreteras en las fronteras”, dijo Siemoniak.
Por su parte, Dobrindt elogió los esfuerzos de Polonia para limitar la migración desde Bielorrusia.
“Polonia está haciendo un trabajo extraordinario en su frontera externa para luchar contra la migración irregular y por la seguridad de Europa”, afirmó el ministro alemán. “Estoy muy agradecido por este compromiso.”
Ambas partes coincidieron en que “los migrantes están siendo utilizados en una guerra híbrida provocada por Rusia y Bielorrusia”, según un comunicado del ministerio.