En un giro sorprendente, se afirma que el Ministro de Transportes de España, Óscar Puente, ha dado su beneplácito a los planes de extender la línea de tren de Cercanías hasta Marbella mediante un túnel. Se trata de la única ciudad del país con más de 100.000 habitantes que carece de acceso al ferrocarril.
Hace menos de dieciocho meses, Puente descartó la idea por considerarla inviable debido a los costes desorbitados, la complejidad del terreno y la falta de competitividad. En la actualidad, el Ministro apuesta por un túnel bajo la autovía A-7, lo que supone un gran éxito para las infraestructuras de la Costa del Sol y la ampliación de Cercanías en Andalucía.
Este cambio de opinión constituye un reconocimiento implícito de la necesidad, largamente postergada, de conectar Marbella con la red nacional. La línea de Cercanías existente finaliza en Fuengirola, donde un túnel de cincuenta años de antigüedad podría servir como punto de partida. La compleja orografía y la expansión urbana de la Costa del Sol han obstaculizado históricamente un proyecto siempre considerado una quimera. No obstante, fuentes ministeriales confirman que se prefiere el método de “trinchera”, similar al utilizado en el Metro de Málaga, para minimizar las molestias.
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Cómo se construiría la ampliación del tren a Marbella
La construcción se desarrollaría en fases segmentadas de 15 a 20 kilómetros, excavando los muros laterales, vertiendo el hormigón e instalando una losa de cubierta antes de perforar el interior del túnel. Solo se cerraría un carril de la A-7 de manera simultánea, garantizando un impacto mínimo en el tráfico de esta vital arteria de la Costa del Sol. Este enfoque, defendido por el actual presidente de Renfe, Álvaro Fernández Heredia, durante su etapa como subsecretario del ministerio, se perfila como la opción más idónea.
El ingeniero Ángel García Vidal, representante del Colegio de Ingenieros de Caminos de Málaga, estima el coste de cada segmento entre 40 y 60 millones de euros. Las expropiaciones podrían prolongarse entre 6 y 12 meses en un escenario acelerado, mientras que la obra completa abarcaría al menos cuatro años, o incluso más para evitar la paralización total del litoral.
La masiva demanda de pasajeros impulsa el proyecto del tren de la Costa del Sol
Las proyecciones de demanda son colosales: hasta 60 millones de pasajeros anuales repartidos en cuatro tramos. El desglose es el siguiente: Nerja-Málaga (9,77 millones/año), Málaga-Fuengirola (25,57 millones), Fuengirola-Estepona (20,30 millones) y Estepona-Algeciras (4,89 millones). La sobresaturada línea C-1 de Málaga a Fuengirola transportó el año pasado 17 millones de viajeros, operando al 116% de su capacidad durante el verano, lo que la convierte en la más eficiente de España por asiento, según datos oficiales.
Para hacer frente a esta demanda, el ministerio planea la duplicación de vías, la extensión de cinco estaciones hasta los cien metros para acomodar trenes más largos y un aumento de la frecuencia. Extender los Cercanías hasta Marbella se revela como una opción mucho más sencilla que ampliar la A-7, mejorando sustancialmente la movilidad regional y la sostenibilidad.
La prolongación del tren a Marbella podría transformar el panorama del transporte en Andalucía, aliviando la congestión, reduciendo emisiones y desbloqueando un enorme potencial turístico y empresarial. Con los estudios de viabilidad ya en marcha, seguidos de los informativos, es probable que próximamente se lancen los concursos. Tras décadas de aislamiento, el sueño ferroviario de Marbella se abre paso hacia la realidad, a punto de conectar el enclave más glamuroso de España con el resto del mundo.