Manuel Molina, presidente de la asociación ABADA de abogados por los derechos de los animales en Baleares, sostiene que la legislación fue un factor clave en la muerte de veintisiete perros de caza en una furgoneta adaptada que arribó en ferry a Palma el sábado.
Se refiere a la Ley de Protección Animal que se redactó entre 2021 y 2023. Cuando finalmente fue aprobada, se excluyó a los perros de caza de las normas generales de protección y bienestar establecidas para los animales de compañia. “El Gobierno prefirió contemporizar y ceder ante grupos de presión, como el de los cazadores.”
Molina no sugiere en ningún momento que los cazadores maltraten a sus animales, sino que estos canes están “completamente desprotegidos” y aún pueden ser tratados como “objetos”. “Lo ocurrido es una consecuencia directa de excluir deliberadamente a los perros de caza de la Ley de Protección Animal.”
La división Seprona de la Guardia Civil prosigue su investigación para determinar si las muertes resultaron de una combinación de eventos fortuitos o de negligencia por parte del empleado responsable del bienestar canino durante el trayecto.
Los cazadores, profundamente afectados por la pérdida de sus animales, señalan claramente a la responsabilidad de la empresa (WeTravelHome) y del empleado a cargo. “Él era responsable de su cuidado y no intervino ni prestó asistencia alguna” tras el trágico suceso. Se ha explicado que la empresa fue contratada por los cazadores tras la avería del vehículo con remolque que utilizaban. Los cazadores alegan que “de haber sido posible, los animales habrían viajado bajo nuestra supervisión y seguirían con nosotros”.
La empresa, por su parte, se encuentra “sumamente consternada”. Su abogado declara: “Después de quince días cuidando a los perros, los conocían individualmente, les tenían mucho cariño y sienten la pérdida como propia.” El letrado añade que el vehículo funcionaba perfectamente y que el empleado “siguió estrictamente las instrucciones de la naviera y subió a cubierta sin poder permanecer con los perros”. Los dueños de los vehículos solo pueden bajar a la bodega acompañados por empleados del ferry y no tienen permitido quedarse allí durante toda la travesía. “El empleado sí realizó comprobaciones durante el viaje, siempre acompañado.”
Los cadáveres de los perros fueron trasladados a la Fundación Natura Parc. Veinte han sido incinerados. Los otros siete aguardan la realización de necropsias para determinar si fallecieron por asfixia, golpe de calor u otra causa. Anteriormente se informó de que no se consideraron necesarias las necropsias porque parecía que los perros habían sufrido asfixia; los otros nueve canes en la furgoneta se encontraban inconscientes.
El director de la fundación, Mariano Mas, quien lleva unos treinta años dedicado al transporte de animales, afirma: “La ventilación es uno de los factores más importantes. Si no es un vehículo abierto, deben dejarse las puertas abiertas o activarse un sistema de refrigeración alternativo.”
