La frustración y la tensión política estallaron una vez más en Orihuela Costa este lunes cuando más de 300 residentes salieron a las calles en protesta
El clamor por el déficit democrático y la falta de servicios municipales desencadena una protesta masiva frente al ayuntamiento de Playa Flamenca
Playa Flamenca, Orihuela Costa – 6 de mayo de 2025
La frustración y la tensión política estallaron una vez más en Orihuela Costa este lunes cuando más de 300 residentes salieron a las calles en protesta, respondiendo al llamado de grupos políticos locales y asociaciones de vecinos. Su mensaje fue claro y fuerte: “Ya basta”.
La protesta, realizada frente a las oficinas municipales de Playa Flamenca, coincidió con las reuniones largamente retrasadas de las Juntas de Distrito X y XI, los órganos locales destinados a representar a más de 30,000 residentes registrados y más de 60,000 habitantes permanentes de la zona costera.
Estos foros ciudadanos no se habían convocado en cinco meses, en violación de su mandato mensual, desencadenando acusaciones de negligencia democrática e incompetencia administrativa.
Entre los símbolos de la protesta: una silla vacía simbólica, colocada para marcar la ausencia del alcalde, Pepe Vegara, cuyo continuo silencio y falta de rendición de cuentas han avivado el creciente resentimiento en la zona.
Los residentes denunciaron el fracaso del Ayuntamiento de Orihuela en proporcionar incluso los servicios municipales más básicos, servicios por los cuales dicen que pagan impuestos pero nunca reciben. “Somos invisibles para este gobierno”, dijo Román Jiménez, presidente de la PIOC, quien denunció al ayuntamiento por convertir las reuniones de distrito en una “burla de la representación democrática”.
Las raíces de la crisis se remontan a finales de 2024, cuando los secretarios de ambas juntas de distrito renunciaron. No se nombraron reemplazos y las reuniones cesaron. Una sesión programada para el 28 de abril fue cancelada sin explicación, solo para ser reprogramada para este lunes, en medio de acusaciones de que el aplazamiento original se debió a permitir al Concejal Manuel Mestre, presidente del distrito, asistir a una procesión religiosa local.
La protesta, completamente autorizada por la Subdelegación del Gobierno, fue un punto de ebullición para quejas de larga data. La asociación de vecinos Unidos por la Costa apoyó la acción, destacando los fallos crónicos en la gobernanza del distrito y un sistema de participación roto que no ha dado resultados concretos.
En un manifiesto conjunto, los residentes condenaron la incapacidad del ayuntamiento de Orihuela para redactar un informe de necesidades del distrito, un documento necesario para la planificación presupuestaria, y la negativa de la administración a analizar y revisar su propia actividad municipal. A pesar del amplio apoyo de los grupos políticos locales (excluyendo las abstenciones del PP y Vox), no se ha tomado ninguna medida.
En un raro gesto de unidad, los grupos de oposición y los miembros de las juntas han pedido repetidamente la comparecencia directa del alcalde Vegara para explicar las decisiones presupuestarias para 2024 y las proyecciones para 2025. Su solicitud ha quedado sin respuesta durante meses, intensificando las acusaciones de que el alcalde está “socavando deliberadamente” la representación local.
Dando urgencia a las demandas, la PIOC y los grupos locales también pidieron una revisión de emergencia de las condiciones en el IES Playa Flamenca, el único instituto en la costa, tras crecientes preocupaciones sobre violencia, drogas y armas, destacadas por el reciente asesinato de Cloe, de 15 años, presuntamente por su ex pareja de 17 años, ambos estudiantes en la escuela.
Los pronosticadores predicen que la población de Orihuela Costa superará los 40,000 residentes registrados en menos de una década, con los residentes coincidiendo en que ya no es sostenible que tanta gente sea gobernada desde una ciudad que se niega a siquiera reconocerlos.
Los datos recientes de población confirman este cambio: la población de Orihuela ha crecido un 1.9%, con un aumento del 5% en la zona costera, en comparación con un crecimiento casi nulo en el centro urbano. Sin embargo, la representación política sigue siendo enormemente desequilibrada. En las últimas elecciones, el partido local superó en votos a ambos partidos gobernantes combinados dentro de Orihuela Costa, pero no logró representación debido a los umbrales municipales generales.
Con la paciencia cívica agotándose y la resolución política aumentando, la protesta del lunes bien podría marcar un punto de inflexión. Orihuela Costa ya no está pidiendo atención. Ahora la está exigiendo.
Imagen cortesía de Unidos por la Costa