El Secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, ha pedido acción internacional para cortar el suministro de armas a las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) de Sudán, acusadas de masacres en el-Fasher.
Al finalizar una reunión de ministros de relaciones exteriores del G7 en Canadá, Rubio declaró que las RSF han cometido atrocidades sistemáticas, incluyendo asesinato, violación y violencia sexual contra civiles.
El ejército de Sudán acusa a los Emiratos Árabes Unidos de apoyar a las RSF con armas y mercenarios enviados a través de naciones africanas. Los EAU han negado repetidamente estas acusaciones.
Las RSF han estado luchando contra el ejército sudanés desde abril del 2023, cuando una lucha de poder entre sus líderes se convirtió en una guerra civil total.
No está claro qué impacto tendrá el llamado de Rubio. Una propuesta anterior de EE. UU. para un alto al fuego humanitario en Sudán ya fue violada por las RSF, a pesar de que ellas mismas lo acordaron la semana pasada.
El-Fasher fue capturado el mes pasado por las RSF después de un asedio de 18 meses, lo que significa que ahora controlan todas las ciudades de la vasta región de Darfur al oeste.
Una parte de la población ha logrado huir de la ciudad, donde se dice que han ocurrido masacres. Pilas de cuerpos en el suelo y tierra manchada de sangre son visibles desde el espacio en imágenes satelitales.
Según EE. UU. y grupos humanitarios, los grupos no árabes en la región más amplia de Darfur están siendo sistemáticamente atacados por las RSF en lo que equivale a un genocidio.
En las conversaciones cerca de las Cataratas del Niágara el lunes, el principal diplomático estadounidense dijo que mujeres y niños habían sido objetivo de actos del tipo más horrible por parte de las RSF en el-Fasher.
Rubio les dijo a los periodistas: “Están cometiendo actos de violencia sexual y atrocidades, simplemente atrocidades horrorosas, contra mujeres, niños y civiles inocentes del tipo más terrible. Y esto necesita terminar inmediatamente.”
“Y vamos a hacer todo lo posible para ponerle fin, y hemos alentado a naciones socias a unirse a nosotros en esta lucha.”
El secretario de Estado rechazó el intento del grupo paramilitar de culpar a los asesinatos a elementos rebeldes, diciendo que eso era falso y que los ataques eran sistemáticos.
Consultado por la BBC sobre su evaluación de la escala probable de las atrocidades, dijo que EE. UU. teme que miles de personas que se esperaba huyeran de el-Fasher están muertas o demasiado desnutridas para moverse.
Dijo que las RSF, al carecer de sus propias fábricas de armas, dependen del apoyo externo, y pidió a los países que suministran armas que se detengan.
La declaración conjunta del G7 también condenó el aumento de la violencia en Sudán, diciendo que el conflicto entre el ejército y las RSF ha desencadenado “la crisis humanitaria más grande del mundo”.
Hasta la fecha, más de 150,000 personas han muerto y aproximadamente 12 millones no han tenido otra opción que huir de sus hogares.
El flujo de armas hacia el país durante esta guerra civil de dos años ha sido analizado por varios expertos.
Amnistía Internacional dice haber encontrado evidencia de armas fabricadas en Serbia, Rusia, China, Turquía, Yemen y los EAU siendo utilizadas en Sudán.
La ruta del contrabando a menudo pasa por los EAU, luego hacia Chad y después a Darfur – según un informe filtrado de expertos de la ONU.
Se acusa especialmente a los EAU de proporcionar armas y apoyo a las RSF, quienes a su vez son acusadas de utilizar los EAU como un mercado para la venta ilegal de oro.
Todas las partes niegan estas alegaciones.
Hace dos semanas, el gobierno del Reino Unido fue criticado por sus propios legisladores después de alegaciones de que armas fabricadas en Gran Bretaña terminaban en manos de las RSF, quienes las usaban para cometer atrocidades.
En respuesta a la demanda de un parlamentario de “suspender todos los envíos de armas a los EAU hasta que se demuestre que los EAU no están armando a las RSF”, la Secretaria de Relaciones Exteriores Yvette Cooper dijo en ese momento: “El Reino Unido tiene controles extremadamente fuertes sobre las exportaciones de armas, incluso para evitar cualquier desvío. Continuaremos tomándonos eso inmensamente en serio.”