El triunfo de Europa se produjo en medio de torrentes de improperios por parte de una multitud neoyorquina, la cual recibió fuertes críticas por su comportamiento.
El gran estadounidense Tom Watson, el octogenario ocho veces campeón que dirigió al equipo estadounidense en 1993 y 2014, manifestó sentirse “avergonzado” por las escenas de jolgorio.
“Desearía disculparme por el comportamiento soez y mezquino de nuestros aficionados en Bethpage”, declaró Watson, de 76 años.
El talismán europeo Rory McIlroy fue el blanco principal de las galerías estadounidenses, mientras que su esposa Erica fue alcanzada por un vaso de bebida arrojado desde las gradas.
Tras sellar la victoria el domingo, McIlroy afirmó que el nivel de los insultos personales había sido inaceptable.
BBC Sport se ha puesto en contacto con la Policía del Estado de Nueva York para solicitar cifras sobre arrestos y expulsiones durante el fin de semana.
“(El comportamiento) debe ser mencionado y debe abordarse”, señaló Donald, quien elogió a los agentes por su manejo de una situación exasperante.
“No sé cómo controlarlo, gente extraña gritando. Es complicado.
“Nos encantaría intervenir, y los jugadores estadounidenses fueron magníficos al intentar calmar a la multitud.
“Numerosos aficionados estadounidenses se acercaron para expresar su vergüenza por el comportamiento de algunos de sus compatriotas. Era un pequeño grupo y no sabes cómo controlarlo”.
Si bien Watson fue cortés en redes sociales, no se ha producido una disculpa oficial por parte del equipo estadounidense.
No obstante, Donald agradeció al capitán Keegan Bradley y a sus jugadores por intentar pedir a la multitud que mostrara respeto.
“Considero que los estadounidenses actuaron de la manera correcta”, afirmó Donald.
“Comprenden que desean el apoyo del público, pero sin que este sea vitriólico hacia nosotros”.
BBC Sport ha contactado a la PGA de América, organizadora del torneo, para recabar su respuesta ante los comentarios de Donald y McIlroy.
