Las autoridades neerlandesas señalaron que la escultura será entregada formalmente a representantes egipcios por medio de la embajada de Egipto. Crédito de la foto: Gobierno de los Países Bajos.
Los Países Bajos han anunciado la devolución de una escultura egipcia de 3.500 años de antigüedad a Egipto, tras concluir que lo más probable es que la pieza fuera extraída del país de forma ilícita. El primer ministro neerlandés, Dick Schoof, confirmó la decisión durante los actos oficiales de inauguración del Gran Museo Egipcio a principios de noviembre de 2025. Esta restitución constituye un significativo gesto de diplomacia cultural y se enmarca en una tendencia internacional más amplia centrada en la repatriación de bienes culturales a sus países de origen.
La identificación de la escultura
De una feria de arte en Maastricht a una investigación
El busto de piedra, que representa a un alto funcionario con un estilo vinculado al reinado de Tutmosis III de la XVIII Dinastía egipcia, captó la atención del público cuando apareció en la feria TEFAF Maastricht en 2022. Aunque TEFAF es reconocida por sus rigurosos procesos de verificación, incluso en los mercados artísticos más exclusivos pueden surgir obras con procedencias incompletas o inciertas.
Las autoridades neerlandesas iniciaron la investigación tras recibir una denuncia anónima que sugería que la pieza podría provenir de una excavación o extracción no documentada. La Inspección de Patrimonio Cultural y la policía nacional abrieron una pesquisa sobre su historial de propiedad, documentación de exportación y registros de venta. Tras analizar las pruebas disponibles, la escultura fue incautada por el Estado mientras continuaban las pesquisas, un procedimiento cada vez más habitual cuando resurgen piezas arqueológicas sin un historial de exportación legal claro.
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Hallazgos y respuesta del comerciante
Entrega voluntaria tras las dudas sobre la procedencia
La investigación determinó que lo más probable era que la escultura hubiera sido sacada de Egipto de manera ilícita. Aunque no se divulgaron los detalles precisos de su expatriación, las autoridades concluyeron que la pieza había sido obtenida mediante medios ilícitos. Tras ser interrogado, el comerciante que la poseía la entregó voluntariamente a las autoridades. Este gesto resulta significativo, ya que evitó un prolongado proceso judicial y agilizó el proceso de repatriación.
Dicha cooperación refleja, asimismo, un cambio de mentalidad en el mercado internacional del arte. Comerciantes, coleccionistas e instituciones son cada vez más conscientes de los riesgos legales y de reputación asociados a la posesión de artefactos cuyos orígenes no pueden verificarse plenamente. En los últimos años, las devoluciones voluntarias se han vuelto más frecuentes, lo que demuestra un reconocimiento generalizado de que los objetos de relevancia histórica conllevan responsabilidades éticas que trascienden su valor comercial.
Trámites diplomáticos y administrativos
Devolución prevista a través de la embajada antes de final de año
Los Países Bajos han comunicado que la escultura será transferida formalmente a representantes egipcios a través de la embajada de Egipto en La Haya. Se prevé que la entrega tenga lugar antes de que finalice el año, aunque aún no se ha confirmado una fecha exacta. El anuncio, realizado durante la inauguración del Gran Museo Egipcio, tuvo un trasfondo simbólico, subrayando la importancia del patrimonio cultural en las relaciones internacionales.
Contexto y datación de la pieza
Atribución estilística a la XVIII Dinastía
Los expertos clasifican la escultura, en base a criterios estilísticos, como perteneciente a la XVIII Dinastía, un período conocido por su fortaleza política, su arquitectura monumental y su refinada expresión artística. Aunque carece de un registro arqueológico asociado, su factura y detalles iconográficos coinciden con las representaciones de altos funcionarios de esa época. La datación estilística es un método habitual empleado por museos y arqueólogos cuando la evidencia documental es fragmentaria.
Puntos clave
El primer ministro neerlandés, Dick Schoof, anunció la devolución durante los actos de inauguración del Gran Museo Egipcio en noviembre de 2025.
La escultura es un busto pétreo datado estilísticamente en la XVIII Dinastía, con una antigüedad aproximada de 3.500 años.
Resurgió en la feria de arte TEFAF Maastricht en 2022, lo que motivó la revisión por parte de las autoridades culturales neerlandesas.
Los investigadores concluyeron que la pieza probablemente fue expoliada y exportada ilegalmente, y el comerciante la entregó voluntariamente.
Los Países Bajos planean hacer entrega de la escultura a la embajada egipcia a finales de 2025.
Trascendencia global
Parte de una ola de repatriaciones y de un mayor escrutinio
La restitución refleja un movimiento más amplio entre gobiernos europeos, museos y el mercado del arte para examinar con mayor detenimiento los orígenes de las antigüedades. Los esfuerzos de repatriación cuentan cada vez con más apoyo de la concienciación pública, las directrices de adquisición ética y la cooperación internacional. El proceso surrounding esta devolución demuestra cómo la diplomacia, la tutela cultural y la diligencia debida legal convergen actualmente en la preservación del patrimonio.
Un paso diplomatico y cultural
La entrega fortalece los lazos culturales entre los Países Bajos y Egipto, al tiempo que reconoce la importancia de preservar el contexto histórico. Futuros anuncios podrán esclarecer el destino expositivo o la ubicación final de la escultura tras su regreso, pero la repatriación en sí representa un paso significativo en el esfuerzo global por abordar el legado del tráfico ilícito de antigüedades.
