Los votantes neerlandeses acudirán a las urnas el 29 de octubre en unas elecciones anticipadas provocadas por el dramático colapso de la coalición gobernante de derechas.
La ministra del Interior, Judith Uitermark, anunció la fecha electoral el viernes y aseguró que coordinaría con los municipios para garantizar un proceso de votación sin contratiempos.
Las encuestas apuntan a un reñido enfrentamiento entre el partido de ultraderecha por la Libertad (PVV), liderado por el polémico Geert Wilders, y la alianza Laborista/Verde Izquierda, encabezada por el exvicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans.
El VVD, de centroderecha, queda ligeramente rezagado, lo que augura una contienda electoral muy disputada.
Los comicios se convocaron después de que Wilders retirara al PVV de la coalición gobernante en medio de una disputa sobre política migratoria, forzando al primer ministro Dick Schoof y su gabinete a dimitir.
Wilders acusó al gobierno de “arrastrar los pies” al implementar lo que prometía ser la política migratoria “más dura” pactada por la coalición cuatripartita.
Su decisión de derribar la coalición generó críticas de sus socios, quienes le acusaron de actuar por interés propio.
“Teníamos una mayoría de derechas y lo ha echado todo por la borda por culpa de su ego”, declaró Dilan Yesilgoz, líder del VVD, integrante de la coalición.
“Es vergonzoso tumbar al gobierno en este momento”, añadió Nicolien Van Vroonhoven, líder del NSC, otro miembro de la alianza fracassada.
El PVV de Wilders sorprendió al establishment político en noviembre de 2023 al obtener 37 de los 150 escaños en el Parlamento —convirtiéndose en el partido más votado por un margen significativo.
Para gobernar, formó una coalición de cuatro partidos con el VVD, el Partido BBB de los agricultores y el NSC anticorrupción, pero a cambio renunció a su aspiración de ser primer ministro.
La última encuesta del 31 de mayo revela que el apoyo al PVV ha disminuido ligeramente, del 23 % en las elecciones de 2023 al 20 %. La alianza Laborista/Verde Izquierda le sigue de cerca con un 19 % y actualmente cuenta con 25 escaños en la Cámara Baja del Parlamento, solo por detrás del PVV.
El fragmentado panorama político hace difícil predecir el resultado.
Mientras tanto, Schoof ha afirmado que él y su gobierno seguirán ejerciendo funciones provisionales hasta que se forme un nuevo ejecutivo.