El equipo especial de Ford, conocido como SVT, ha sido el departamento encargado de los autos de alto rendimiento desde 1991. Su misión era transformar modelos comunes de Ford en máquinas listas para la pista que pudieran competir con lo mejor de Europa y Japón. Este grupo aplicó una ingeniería muy avanzada, centrandose en la dinámica de manejo y la conexión con el conductor, no solo en ponerle kits de carrocería o escapes más ruidosos.
El SVT demostró que el rendimiento americano podía ser sofisticado y con matices, no solo brutalmente potente. En tres décadas, han creado máquinas realmente memorables que cambiaron como los entusiastas veían a los autos nacionales.
Aquí están los 12 vehículos SVT que dejaron una mayor huella en la historia del automóvil.
Ford SVT Cobra
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El SVT Cobra original inició todo el proyecto y marcó el camino para todo lo que vendría después. Con 235 caballos de fuerza de un V8 de 5.0 litros, no era el Mustang más potente, pero las mejoras en el chasis lo convertieron en un auto con manejo excepcional. El Cobra probó que Ford podía construir un pony car para circuitos, no solo para arrastres.
Ford SVT F-150 Lightning
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La primera generación del Lightning creó el segmento de las camionetas de alto rendimiento antes de que la gente supiera que lo quería. El SVT instaló una versión de 240 caballos del V8 5.8 litros en un paquete orientado a la calle, con suspensión baja y un estilo agresivo. Podía acelerar de 0 a 60 mph en alrededor de seis segundos y cambió la forma en que la gente pensaba sobre las pickups.
Ford SVT Contour
Crédito de la imagen: Ford
Este sedán deportivo compacto fue muy poco apreciado durante su breve tiempo en producción. El chasis de origen europeo funcionaba perfectamente con el V6 de 195 caballos, y el SVT mejoró todo, desde la suspensión hasta la caja de cambios manual de seis velocidades. Era uno de los sedanes con mejor manejo por menos de $25,000 en ese entonces.
Ford SVT Lightning (Segunda Generación)
Crédito de la imagen: Ford.
La segunda generación del Lightning, con sobrealimentador, llevó la fórmula a niveles absurdos con 380 caballos de fuerza, que luego aumentaron a 450. Podía alcanzar 60 mph en menos de cinco segundos, algo realmente impactante para una camioneta de tamaño completo en el año 2000. El sonido del sobrealimentador en una pickup todavía llama la atención hoy en día.
Ford SVT Mustang Cobra (Terminator)
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El Cobra "Terminator" con sobrealimentador es legendario entre los fans del Mustang por una buena razón. Con 390 caballos de fuerza de fábrica, era una bestia subestimada que usualmente producía cerca de 420. Su motor 4.6 litros con componentes internos forjados podía soportar grandes mejoras de potencia sin problemas.
Ford SVT Shelby GT500
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Cuando el SVT revivió el nombre Shelby GT500 para la era moderna, lo hicieron con todo: un V8 5.4 litros sobrealimentado que producía 500 caballos de fuerza. Era el Mustang de fabrica más potente jamás construido hasta ese momento y llevó un rendimiento de superauto a las masas. La combinación de estilo retro y potencia moderna era exactamente lo que los entusiastas querían.
Ford SVT Focus
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El SVT Focus demostró que el equipo podía sacar diversión de un motor modesto, con un cuatro cilindros atmosférico de 2.0 litros que rendía 170 caballos. Lo importante era el paquete completo: asientos Recaro, caja manual de seis velocidades, suspensión con ajuste europeo y una dirección muy precisa. Era una prueba de que la diversión al conducir no requiere de gran cilindrada o potencia masiva.
Ford SVT Cobra R
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El Cobra R de producción limitada era el auto de pista extremo del SVT, construido en pocas unidades. Con 385 caballos de un V8 5.4 litros, y sin asientos traseros ni aire acondicionado, era un auto sin concesiones. Solo se fabricaron 300, haciendolo uno de los Mustangs modernos más coleccionables.
Ford SVT F-150 Lightning Concept (7.0L)
Crédito de la imagen: Ford.
Aunque no fue un vehículo de producción, el concepto experimental del Lightning con motor 7.0 litros mostró la ambición de ingeniería del SVT. Sacaron 500 caballos de fuerza de un V8 atmosférico en una plataforma de camioneta, demostrando lo que era posible sin sobrealimentación. Insinuaba el rendimiento extremo que se volvería común en las pickups performance posteriores.
Ford SVT Raptor
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El Raptor original redefinió lo que una camioneta de alto rendimiento podía ser, enfocandose en la capacidad fuera del asfalto en vez de los arrastres. Con 411 caballos de un V8 6.2 litros y amortiguadores Fox Racing con gran recorrido, dominaba en el desierto. El SVT creó un segmento completamente nuevo que otros fabricantes copiaron.
Ford SVT Shelby GT500
Crédito de la imagen: F H F / Shutterstock.com.
Esta generación llevó la potencia aún más lejos, con un V8 5.8 litros sobrealimentado que produjo 662 caballos de fuerza en su último año. Se convirtió en el V8 de producción más potente construido hasta ese momento y podía alcanzar 60 mph en poco más de tres segundos.
La combinación de un precio accesible y un rendimiento de superdeportivo lo convertía en una ganga.
Ford SVT Focus ST
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Llevar la insignia ST a América fue un movimiento inteligente que ofreció a los entusiastas un hatchback potente y asequible. El cuatro cilindros turboalimentado de 252 caballos ofrecía un par motor fuerte y usabilidad para el día a día.
Demostró que la filosofía de SVT funcionaba tan bien con los motores turbo modernos como con los V8 tradicionales.
Conclusión
Crédito de la imagen: F H F / Shutterstock.com.
La división SVT se ganó su reputación al ofrecer consistentemente algo más que solo velocidad en línea recta. Entendían que el rendimiento auténtico proviene de una ingeniería equilibrada, una puesta a punto cuidadosa y prestar atención a cómo el vehículo se comunica con su conductor. Desde camiones sobrealimentados hasta ágiles hatchbacks deportivos, SVT exploró cada rincón del espectro del rendimiento y normalmente acertaba.
Aunque finalmente la insignia SVT se retiró en favor de la marca Ford Performance, los vehículos que la lucieron siguen siendo algunos de los Ford más emocionantes y coleccionables jamás construidos. Su legado continúa en modelos actuales como el Shelby GT500 y el F-150 Raptor, que aún mantienen ese mismo compromiso con un rendimiento integral.