Los 100 Mejores Álbumes del 2025

Los críticos escuchan mucha música nueva cada día. Eso significa que cada diciembre –o noviembre, que es cuando varias listas de fin de año empiezan a aparecer– se la pasan quejandose de que algunos de sus discos favoritos no pudieron entrar en la lista. Por primera vez en mis cinco años como editor musical de esta publicación, ampliamos la lista anual de mejores discos para destacar 100 álbumes en vez de 50. ¡Y aún así hay muchos discos a los que volveré que no están incluidos!

La naturaleza siempre un poco arbitraria de hacer rankings significa que álbumes que están relativamente bajos en esta lista, incluyendo algunos de ganadores anteriores del Álbum del Año, podrían haber estado más arriba en un año menos movido. Lo que es seguro es que no hay dos discos aquí que sean iguales, y encontrarás al menos una cosa que se te pudo haber escapado. Aquí están los 100 mejores álbumes del 2025.


100. Star 99, Gaman

En su segundo LP, Gaman, Star 99 sigue haciendo canciones contundentes y emocionantes, yendo más allá –aunque no necesariamente dejando atrás– la sensibilidad “twee” de su debut del 2023 Bitch Unlimited. Esto da paso no solo a la naturaleza confrontacional sino también a los matices poéticos de su composición. Mientras Saoirse Alesandro y Thomas Romero intercambian voces, revelando las emociones centrales que unen sus canciones –inseguridad, resentimiento, aislamiento, muchas veces alimentadas por el fuego del trauma generacional–, se tiene menos la sensación de que sean personas separadas aportando canciones, y más la de dos amigos, en una banda, enfrentando luchas similares, y superándolas. Lo cual es, por definición, el arte del gaman.


99. Mei Semones, Animaru

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Presentando casi la misma banda de respaldo que el EP del año pasado Kabutomushi, el debut de larga duración de Mei Semones profundiza su mezcla perfecta de bossa nova soñadora e indie rock con influencias de jazz. Mantiene una atmósfera hermosa mientras se mueve dinámicamente de una sensación extraña a otra. Hay tanto corazón y encanto en él, sin embargo, que ninguna parte de su eclecticismo se siente alienante.


98. Frankie Cosmos, Different Talking

Different Talking es el primer álbum que Frankie Cosmos grabó como unidad sin productores de estudio externos, haciéndolo en una casa en el norte del estado de Nueva York donde todos vivieron por mes y medio. Lo que, de una manera pequeña y graciosa, significa que es el primer Frankie Cosmos autoproducido desde que Greta Kline empezó a publicar canciones de folk-pop minimalista en Bandcamp.


97. Danny Brown, Stardust

Podría haber una línea autorreflexiva a lo largo del último trabajo de Danny Brown –y el primero desde que se volvió sobrio–, pero no depende de los flujos introspectivos y naturales de su último álbum, Quaranta. En cambio, se alimenta de la energía comunal de un grupo de artistas vanguardistas cercanos al hyperpop, que ayudan al artista de 44 años a afirmar no solo su estatus y destreza lírica, sino la razón por la que sigue enamorándose de la música.


96. Sword II, Electric Hour

Mientras el álbum debut de Sword II, Spirit World Tour, se enfocó en la experimentación abrasiva, su siguiente trabajo los encuentra perfeccionando su composición colaborativa: aún eclécticos y radicales en espíritu, solo que esta vez canalizados a través de arreglos exuberantes, mayor claridad lírica –sin mencionar añoranza– y armonías cálidamente invitadoras.

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95. Teethe, Magic of the Sale

Para su hipnótico segundo álbum, Magic of the Sale, el proceso de grabación de Teethe, dividido entre sus bases actuales en Dallas y Austin, se mantuvo prácticamente igual: grabar demos y subirlos a una carpeta compartida. Esta vez, sin embargo, el grupo de colaboradores de confianza que ayudaron a dar vida a su melancolía de corazón tierno y su existencialismo cálido se amplió.


94. Hatchie, Liquorice

Cuando se trata de amor, Hatchie sabe que incluso la etapa fugaz de la infatuación abarca más que solo éxtasis. Grabado en el estudio casero de Jay Som en Los Ángeles, Liquorice rebosa de influencias nostálgicas, pero la perspectiva madura de Pilbeam –tiene 32 años y está casada con su colaborador de mucho tiempo Joe Agius– hace que se sienta a mundos de distancia de los inicios del proyecto hace casi una década.


93. Keaton Henson, Parader

Parader está dividido entre la realidad presente de Keaton Henson de vivir en el campo inglés y los recuerdos fragmentados que reverberan a través de ella; apropiadamente, los deberes de producción se dividieron.


92. bloodsports, Anything Can Be a Hammer

Desde su primer ensayo juntos, tomó menos de un año para que bloodsports grabara su desgarrador LP debut, Anything Can Be a Hammer. Producido por Hayden Ticehurst, el álbum da energía a los fundamentos slowcore de la banda.


91. PUP, Who Will Look After the Dogs?

“Me atrapé en los dientes de los pensamientos que me mantienen despierto”, canta Stefan Babcock en ‘Paranoid’, un punto destacado abrasador del nuevo álbum de PUP, Who Will Look After the Dogs?. Morderse los pensamientos intrusivos está en el ADN de la banda de punk canadiense, pero la desesperación que impregna el sucesor de The Unraveling of PUPTheBand (2022) es tan visceral que amenaza con desequilibrar la mezcla característica de oscuridad y sarcasmo de la banda.

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