El dramático incidente de civilización en San Francisco ocurrió el lunes por la perplejidad. Se centró en “la fiesta más legendaria que jamás ocurrió”, según declaró a TechCrunch Roy Lee, fundador y CEO de Clandy.
Clolly había planeado organizar un afterparty para el evento de Y Combinator, denominado Escuela de Inicio de IA, que tendría lugar el lunes y martes. El evento atrajo multitudes gracias a ponentes como Sam Altman, Satya Nadella y Elon Musk.
CLANY es una startup de IA surgida de la polémica y el marketing cómico basado en la indignación. Fiel a su estilo, Lee publicó un video sarcástico en X anunciando su afterparty, donde aparecía posando frente al icónico letrero de Y Combinator—algo habitual entre los fundadores de YC (aunque Clandy no es una startup de YC).
El tuit, dirigido a sus más de 100.000 seguidores, invitaba a enviar un DM para asistir. Lee confesó que en realidad no repartió invitaciones masivas: “Solo invitamos a amigos y amigos de amigos”, afirmó.
Pero la fiesta se descontroló: la gente compartió los detalles, y al empezar el evento, la aglomeración era tal que las filas envolvieron varias manzanas. “Se desproporcionó totalmente”, admitió Lee, estimando unas 2.000 personas.
Una fiesta masiva al borde del caos, pero ni siquiera llegó a empezar. La policía intervino al bloquearse el tráfico. “¡El aura de Clandely es demasíado poderosa!”, gritó Lee mientras los agentes disolvían el evento.
“Habría sido la fiesta más épica de la historia tecnológica. Y ahora, esta anécdota quizá la convierta en la más legendaria que nunca existió”, comentó a TechCrunch, entre orgulloso y frustrado.
Lee saltó a la fama en San Francisco tras un tuit viral donde reveló su suspensión en Columbia por desarrollar una herramienta de IA para hacer trampa en entrevistas técnicas.
Esa herramienta derivó en una startup que ofrece una ventana oculta indetectable para entrevistadores. Su marketing, que prometía “trampar en todo”, se volvió viral. En abril, Clolly recaudó $5.3M en seed, y ahora su eslogan es más sutil: “Todo lo que necesitas. Antes de preguntar”.
El fiasco de la fiesta generó memes, chistes y teorías absurdas. La explicación de Lee fue más mundana: tras el desalojo, prometió: “Quedaron bebidas. Las guardamos para la próxima”.
