Con el anuncio de Coca-Cola sobre el lanzamiento de su nuevo refresco de azúcar de caña, la ayuda alimentaria en el centro de los debates presupuestarios federales y la estrategia “Hagamos que Nuestros Niños Estén Sanos de Nuevo”, el papel de la alimentación como uno de los pilares más importantes de la salud vuelve a estar en el punto de mira. Para todas las edades, la comida es una intervención poderosa que respalda la atención preventiva, aborda o reduce los síntomas de enfermedades crónicas, y puede ser una herramienta fundamental para la curación. Sin embargo, su impacto se ve frenado por definiciones dispares, estándares inconsistentes y criterios poco claros para acceder a información clínica crucial. En conjunto, estas barreras impiden que las intervenciones relacionadas con la alimentación logren un impacto mensurable a gran escala para quienes más lo necesitan. El apoyo a la tecnología, los datos y los estándares podría ser la clave para aprovechar la capacidad de la alimentación de generar un cambio demostrable en la atención sanitaria.
Desafíos actuales para medir "La Comida es Medicina"
Las intervenciones de "La Comida es Medicina" (FIM, por sus siglas en inglés) varían enormemente. El número de comidas por semana, la duración de la intervención, la inclusión de asesoramiento nutricional e incluso los tipos de personalización disponibles influyen en los resultados. Estos datos de entrada son críticos para comprender qué tipos de intervenciones son más efectivas para diferentes poblaciones y escenarios médicos.
Mientras que la práctica médica se ha beneficiado de datos exhaustivos gracias a conjuntos de códigos estandarizados, las intervenciones de FIM no se benefician del mismo conjunto de estándares. Aunque existe un conjunto distinto de códigos de Terminología de Procedimientos Actuales (CPT) para la terapia médica nutricional, estos no logran capturar detalles cruciales sobre la intervención, lo que limita la comprensión sobre qué enfoques ofrecen los mejores resultados.
Para medir con precisión la efectividad de las intervenciones y entender las mejores prácticas, los proveedores de FIM necesitan datos claros sobre los resultados de los pacientes, como historiales de hospitalización y resultados de laboratorio. Lamentablemente, el acceso a este tipo de datos está lejos de estar garantizado para los proveedores de FIM. Si bien existen prácticas generales de la industria para compartir datos con proveedores médicos y planes de salud bajo la Ley de Portabilidad y Responsabilidad de Seguros de Salud (HIPAA), el estatus de las organizaciones de FIM bajo HIPAA puede variar según la estructura de sus programas y alianzas, e incluso en función de si están configuradas para facturar electrónicamente. Agravando este desafío está la realidad de que el acceso a datos agregados y utilizables dista de ser universal. Mientras algunos estados tienen marcos robustos para el intercambio de datos entre proveedores y planes de salud, estos marcos no son universales y sus infraestructuras varían ampliamente.
Midiendo el futuro de "La Comida es Medicina"
Existe una clara oportunidad para estandarizar cómo se capturan los datos sobre las intervenciones de FIM. La Academia de Nutrición y Dietética ya ha mapeado su Terminología del Proceso de Atención Nutricional (NCPT), una mejor práctica de larga data para la documentación clínica por parte de dietistas registrados, con los estándares SNOMED-CT, que respaldan gran parte del intercambio de datos clínicos a través de historiales de salud electrónicos y redes de información sanitaria. A medida que los proveedores de FIM adopten y actualicen sus sistemas de registro, la incorporación de NCPT puede ser el primer paso para permitir un intercambio de datos sin problemas con los proveedores de atención médica. Los proveedores que atienden a las organizaciones de FIM y que invierten en este conjunto de códigos podrían evolucionar hacia fuentes de datos valiosas para la mejora de la calidad y la coordinación de la atención. Al mismo tiempo, los proveedores de historiales clínicos electrónicos y las redes de información sanitaria también pueden profundizar su comprensión del proceso de atención nutricional y la aplicación de códigos SNOMED para capturar estos datos clave.
Los marcos federales y estatales para la interoperabilidad ofrecen varias vías claras para que los proveedores de FIM accedan a datos de manera consistente, preservando la privacidad del paciente. El Marco de Intercambio Confiable y Acuerdo Común (TEFCA) ahora incluye un proceso de selección para las Redes Calificadas de Información de Salud para garantizar que los nuevos participantes intercambien datos de acuerdo con los términos del marco y los requisitos de HIPAA. A nivel estatal, el Marco de Intercambio de Datos de California permite que cualquier proveedor que aborde necesidades sociales relacionadas con la salud bajo la exención de la Sección 1115 del estado firme el acuerdo de intercambio de datos. Esto les brinda un camino claro hacia los datos que necesitan para medir los resultados de los pacientes y coordinar la atención, así como un conjunto de pasos requeridos para proteger la privacidad y seguridad del paciente. Involucrar directamente a los clientes en su cuidado también puede ser una forma efectiva de obtener datos clínicos y de reclamaciones cruciales para la coordinación de la atención. La Ley Cures del Siglo XXI requiere que estos datos estén disponibles desde los planes de salud y los EHR certificados hacia aplicaciones cuando los pacientes lo soliciten a través de una interfaz de programación de aplicaciones (API), y varias empresas han construido la infraestructura técnica para permitir este acceso a gran escala. El Ecosistema de Tecnología Sanitaria de CMS solo hará que este tipo de acceso sea más valioso en el futuro.
Poniendo en marcha las herramientas
Nos encontramos en un momento crucial en los esfuerzos de nuestro sistema de salud para priorizar una herramienta poderosa para mantener a las personas sanas. Para asegurarnos de que las intervenciones de "La Comida es Medicina" se entreguen de la manera correcta, debemos ser deliberados y proactivos en cómo recopilamos y compartimos los datos. Ya tenemos las herramientas. Ahora es el momento de usarlas.
Foto: flickr user JP
Paul Norton es Director en BluePath Health, donde lidera una cartera de proyectos tecnológicos para clientes en diversos tipos de organizaciones, desde empresas tecnológicas en etapas iniciales y organizaciones sin ánimo de lucro comunitarias hasta agencias gubernamentales estatales. Antes de unirse a BluePath Health, Paul fue el líder tecnológico para alianzas B2B y empresas conjuntas en Oscar Health. Paul también fue Director de Políticas en Manifest MedEx, el mayor intercambio de información de salud sin ánimo de lucro de California, donde ayudó a impulsar los esfuerzos para aprobar el marco de intercambio de datos de California.
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