Las aves carecían de la documentación necesaria para la propiedad legal, y una de las especies está clasificada como invasora en España.
La Guardia Civil ha incautado dos aves exóticas mantenidas ilegalmente — un guacamayo azul y amarillo y una cotorra de Kramer — de un garaje en la ciudad costera de Santa Pola. Las aves carecían de la documentación necesaria para la propiedad legal, y una de las especies está clasificada como invasora en España.
El descubrimiento se produjo en marzo durante una inspección de rutina realizada por agentes de SEPRONA, la unidad de protección del medio ambiente de la Guardia Civil con sede en Elche. Mientras inspeccionaban un garaje urbano, los agentes encontraron las aves alojadas en jaulas y lanzaron una investigación sobre su estado legal.
Las aves fueron identificadas como un guacamayo azul y amarillo (Ara ararauna) y una cotorra de Kramer (Psittacula krameri). Ambas están incluidas en el acuerdo CITES (Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), que requiere una documentación legal específica como certificados de origen y pruebas de adquisición legal.
Además, la cotorra de Kramer está incluida en el Catálogo de Especies Exóticas Invasoras de España debido a su potencial amenaza para la biodiversidad nativa. Su posesión está restringida por la ley española.
La persona responsable de la propiedad no pudo proporcionar documentación alguna que demostrara la propiedad legal o el origen de las aves. Como resultado, los animales fueron incautados temporalmente y colocados bajo la supervisión del cuidador mientras esperaban acciones de las autoridades ambientales y aduaneras.
La Guardia Civil ha presentado propuestas de sanciones administrativas al Departamento de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio de la Comunidad Valenciana, y a la Oficina de Aduanas en Alicante. Las infracciones pueden caer bajo regulaciones que rigen el contrabando, la protección de la vida silvestre y el bienestar animal. Las multas por tales delitos pueden oscilar entre 3.000€ y más de 100.000€, dependiendo de la gravedad de la infracción.
Las autoridades recuerdan al público que la posesión y comercio de especies protegidas están regulados tanto por la ley nacional como internacional. Las violaciones no solo ponen en peligro la biodiversidad, sino también el bienestar de los animales involucrados. Se anima a los ciudadanos a denunciar cualquier caso sospechoso de tráfico ilegal de vida silvestre llamando al 062 o utilizando la aplicación móvil AlertCops.
