Si ves una propiedad increíblemente barata en una zona popular de España, es probable que ya venga con “invitados”. Pero para algunos inversores que saben lo que hacen, comprar viviendas ocupadas puede resultar muy rentable.
Desde los años 80, España tiene un problema con los okupas, como se les llama aquí.
Suelen ser viviendas que llevan tiempo vacías las que corren riesgo de ocupación, pero a veces les pasa a dueños que están de vacaciones o que alquilan a inquilinos que dejan de pagar y se convierten en okupas.
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Los okupas también suelen elegir propiedades de bancos o fondos de inversión, normalmente en zonas poco pobladas o periferias de ciudades grandes.
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Como la ley española tiende a proteger más al inquilino que al dueño, desalojar okupas puede ser muy difícil, especialmente si llevan más de 48 horas en el inmueble. Suele requerir largas batallas legales.
El gobierno aprobó una ley de “desahucios exprés”, pero muchos dudan de su efectividad real.
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Por eso, muchos propietarios prefieren vender estas casas ocupadas en vez de lidiar con años de problemas legales.
Lo sorprendente es que hay cada vez más inversores buscando activamente comprar viviendas okupadas.
Solo en Idealista hay más de 20.000 propiedades cuyos dueños admiten tener okupas.
El atractivo principal es que se venden un 30-50% por debajo del precio de mercado. Según Idealista, incluso hasta un 60% más baratas.
En portales inmobiliarios, verás pisos a precios similares, pero alguno destacará por ser ridículamente bajo. Aunque no lo diga en el título, al leer la descripción descubrirás que el motivo suele ser la okupación.
Algunas son propiedades embargadas por bancos debido a impagos de hipotecas.
Aunque son una ganga y están de moda, son inversiones riesgosas. Los expertos no las recomiendan a compradores normales, solo a inversores expertos en el mercado español.
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“Son expertos que conocen bien el mercado y compran asumiendo el riesgo”, dijo Iñaki Unusain, asesor inmobiliario, al diario ABC.
Lo clave, añade, es que “saben elegir el tipo de okupa adecuado”. Por ejemplo, evitan los inquiokupas (exinquilinos que dejaron de pagar) porque son casi imposibles de desalojar.
“Si es ese el caso, no intervienen. Además, esos desahucios están suspendidos hasta mayo del 2028”, explica la abogada Sandra Aurrecoechea.
El mayor problema es que no obtienes la posesión inmediata de la vivienda. Será una batalla legal larga antes de poder entrar.
Comprarás solo con fotos y descripciones, sin saber en qué estado estará la propiedad luego.
Puedes heredar deudas: impuestos, comunidad, facturas sin pagar… Y por supuesto, los costes legales.
Esto sirve para negociar un precio aún más bajo con el vendedor.
La abogada Arantxa Goenaga añade que los bancos no dan hipotecas para estos casos, así que necesitarás ahorros propios.
Muchos contratan empresas especializadas en desalojos, formadas por individuos que saben cómo “presionar legalmente” a los okupas.
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Tener un abogado experto en desahucios también ayuda. Incluso puede que debas pagar al okupa para que se vaya, ya después de comprar.
Si compras una casa okupada, prepárate para un largo proceso legal antes de poder reformarla. No es una inversión rápida.
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