Un conocido líder de una banda británica que se escondió en un apartamento de Barcelona con impresionantes vistas a la ciudad mientras dirigía ataques violentos en el Reino Unido ha sido condenado a 43 años de prisión.
Jamie Rothwell, de 38 años y originario de Salford, Greater Manchester, huyó a España después de que la policía le entregara un aviso de ‘amenaza de muerte’. Desde su lujoso refugio en la capital catalana, continuó controlando una vasta red de drogas y armas, e incluso ordenó un tiroteo en las calles de Warrington.
Operando bajo el alias ‘livelong’ en la supuestamente indescifrable red EncroChat, Rothwell alardeaba de enviar envíos ‘constantes’ de cocaína, ketamina y armas pesadas – desde AK-47 hasta granadas propulsadas por cohete – de vuelta al Reino Unido.
En abril de 2020, instruyó a un cómplice para que se hiciera pasar por un repartidor de pizza y disparara a David Barnes, padrastro del rival de banda Liam Byrne. Barnes recibió tres disparos en la pierna en la puerta de su casa.
El cifrado de EncroChat fue vulnerado por la policía francesa en 2020, lo que permitió a los investigadores acceder en tiempo real a los mensajes criminales. Las interceptaciones revelaron la mentalidad despiadada de Rothwell: “Cuando tienes fuego en el corazón no paras… te vuelves adicto, lo pierdes todo, te vuelves frío, sin emociones”.
Localizado en su escondite barcelonés ese mismo año, Rothwell fue arrestado en un espectacular operativo policial y extraditado al Reino Unido. En febrero, admitió conspirar para suministrar drogas de Clase A y B, poseer armas de fuego con intención de poner vidas en peligro y causar lesiones graves.
El juez John Potter lo describió como ‘la cabeza de la organización’ y dijo que sus crímenes ‘ilustran gráficamente tu disposición a causar pérdida y miseria a otros’.
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La sentencia de Rothwell incluye 18 años por delitos de drogas y 25 por cargos de armas, a cumplir consecutivamente.
Otros nueve miembros de la banda también fueron condenados, con los cabecillas Craig Makinson y Callum Morris recibiendo 38 años cada uno.
Los detectives afirmaron que el hackeo de EncroChat expuso a una banda ‘arrogante y egocéntrica’ que creía ser intocable.
El inspector jefe Nick Henderson declaró tras el caso: “Rothwell era un criminal organizado consolidado que creía que sus conexiones le permitirían cometer actos extremos de violencia mientras permanecía en la sombra.
“Mientras él disfrutaba del sol español, sus asociados cumplían sus órdenes y recorrían las calles de Warrington en busca de aquellos a quienes Rothwell quería dañar.
“Sus acciones llevaron el caos a la comunidad local, dejando a miembros inocentes del público con miedo.
“Un hombre quedó con lesiones permanentes y nunca podrá caminar igual”.
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