Pese a la explosión, los atracadores no consiguieron hacerse con el dinero. Los investigadores destacaron lo desconcertante que resultaba el momento elegido para el asalto, dado que los cajeros suelen presentar sus reservas más bajas en las mañanas de los lunes, tras un fin de semana de alta actividad.
«Solo tenían que volar las malditas puertas». — Michael Caine.
La Orihuela Costa se vio sacudida por una potente deflagración en la madrugada del lunes, luego de que dos encapuchados emplearan explosivos en un intento de robo en un cajero de Bankinter del centro comercial Los Dolses.
El suceso ocurrió hacia las 5:00 a.m. en la Calle Algarrobo, cuando un taxista, que acababa de entrar en el aparcamiento, divisó a dos individuos enmascarados manipulando la máquina.
Uno de ellos se acercó a su vehículo y le conminó a que se marchase. Instantes después, el conductor —quien observaba desde una distancia segura— vio cómo los sospechosos detonaban el artefacto, provocando daños de consideración en el cajero y en parte de la fachada del banco.
A pesar de la detonación, los delincuentes no lograron acceder al efectivo. Los investigadores subrayaron lo peculiar del timing del golpe, pues los cajeros automáticos frecuentemente registran sus existencias mínimas los lunes al amanecer, después de un fin de semana de gran movimiento. Los asaltantes huyeron a pie hacia la rotonda de Villamartín, desvaneciéndose antes de que llegase la policía, y siguen en paradero desconocido.
No se registraron heridos, si bien los investigadores calificaron los daños materiales como «cuantiosos».
La Policía Local acordonó la zona durante varias horas, mientras que la Guardia Civil se hizo cargo de la investigación. Unidades especializadas analizan las pruebas y las grabaciones de seguridad para identificar a los autores. Las autoridades no descartan vínculos con otros ataques similares a cajeros registrados en la provincia en los últimos meses.
«Fue como en una película», declaró el taxista, aún conmocionado tras presenciar la espectacular explosión.
Uno se pregunta por qué los ladrones escogieron la mañana de un lunes para asaltar el cajero, cuando, tras el fin de semana, lo más probable es que estuviese practicamente vacío.
Este intento de robo fallido se produce en un contexto de creciente preocupación por el aumento de la delincuencia en la costa oriolana. La asociación de vecinos Unidos por la Costa lleva tiempo exigiendo más seguridad, señalando incidentes violentos recientes en la zona —como la puñalada a un ciudadano irlandés de 29 años en junio y el tiroteo de otro hombre de la misma nacionalidad solo unos días antes—.
En respuesta, el Ayuntamiento de Orihuela ha prometido reforzar la vigilancia policial en el litoral, afirmando que durante el verano se desplegaron 56 agentes de la Policía Local para hacer frente al incremento estacional de población.
Asimismo, las autoridades han renovado su petición de un puesto permanente de la Guardia Civil para fortalecer la seguridad en esta área estratégica.
De momento, no obstante, la Benemérita continúa apelando a la ciudadanía en busca de información mientras prosigue la búsqueda de los dos fugitivos.
