Jeremy Bowen, Editor Internacional
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El informe pretende ser detallado y condenatorio, presentando evidencia que según él demuestra que Israel está comentiendo un genocidio en Gaza. Dice que Israel ha violado la Convención sobre el Genocidio que fue aprobada en 1948 por las recién establecidas Naciones Unidas. La palabra genocidio, y la convención que la definió como un crimen, fueron inspiradas directamente por el genocidio de seis millones de judíos por la Alemania nazi.
Israel niega todas las acusaciones de que su conducta en Gaza ha roto los tratados y convenciones que forman las leyes de la guerra y el derecho internacional humanitario. Justifica sus acciones como defensa propia, para proteger a sus ciudadanos y forzar la liberación de los rehenes tomados por Hamás y la Yihad Islámica el 7 de octubre de 2023, de los cuales se cree que unos 20 aún están con vida.
Los israelíes han desestimado el informe como mentiras antisemitas inspiradas por Hamás. Fue compilado por una comisión de investigación establecida por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Israel y Estados Unidos boicotean el Consejo, ya que ambos países dicen que está sesgado en su contra.
Pero los hallazgos del informe alimentarán la creciente condena internacional a la conducta de Israel, que también proviene de los aliados occidentales tradicionales de Israel, así como de las monarquías árabes del Golfo que normalizaron relaciones con Israel en los Acuerdos de Abraham.
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La campaña militar de Israel – que ha involucrado fuertes bombardeos aéreos y la demolición controlada de edificios e infraestructura – ha dejado gran parte de Gaza en ruinas.
La próxima semana en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, el Reino Unido, Francia, Australia, Canadá y otros se unirán a la mayoría de los miembros de la ONU al reconocer la soberanía de un Estado palestino independiente.
El movimiento será más que simbólico. Cambiará el debate sobre el futuro del conflicto que comenzó hace más de un siglo cuando judíos sionistas de Europa llegaron a establecerse en Palestina. Benjamin Netanyahu, el primer ministro israelí, ha condenado el reconocimiento como antisemita y una recompensa para el terrorismo de Hamás.
Él dice que los palestinos nunca tendrán independencia en ninguna parte de la tierra entre el río Jordán y el Mar Mediterráneo, ya que un Estado palestino pondría en peligro a los israelíes. Los nacionalistas religiosos israelíes creen que Dios les concedió la tierra únicamente al pueblo judío.
El genocidio se define en la convención de 1948 como la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso – en este caso, los palestinos en Gaza.
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Múltiples agencias de la ONU han dicho que una “hambre provocada por el hombre” está ocurriendo en partes de Gaza.
El informe detalla acciones contra palestinos dentro de Gaza y en cárceles dentro de Israel.
Entre una larga lista de acusaciones está que Israel apunta a civiles que tiene la obligación legal de proteger, y la imposición de “condiciones inhumanas que causan la muerte de palestinos, incluyendo la privación de comida, agua y medicinas”. Esto se refiere al bloqueo que ha producido una hambruna así como una escasez generalizada de alimentos, según el IPC, el organismo internacional que evalúa emergencias alimentarias.
El nuevo informe de la ONU también detalla el desplazamiento forzado, que actualmente ocurre en la ciudad de Gaza después de que el ejército israelí, el IDF, ordenó a todos los civiles desplazarse al sur. Se cree que alrededor de un millón de personas están afectadas. La ofensiva israelí está acelerando, con bombardeos aéreos y la destrucción de muchos edificios, incluyendo rascacielos que son símbolos de la ciudad de Gaza, a los que el IDF llama “torres terroristas” de Hamás.
El informe también dice que Israel ha impuesto “medidas destinadas a prevenir nacimientos”. Esto se refiere a un ataque a la clínica de fertilidad más grande de Gaza que reportadamente destruyó alrededor de 4000 embriones y 1000 muestras de esperma y óvulos no fertilizados.
Además de los resultados de la acción militar, el informe de la ONU señala a tres oficiales israelíes por incitar al genocidio.
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El Primer Ministro Benjamin Netanyahu (izquierda), el Presidente Isaac Herzog (centro), y el ex Ministro de Defensa Yoav Gallant (segundo desde la derecha), están acusados de incitar al genocidio.
Ellos son Yoav Gallant, entonces ministro de defensa, quien dijo el 9 de octubre de 2023 que Israel estaba luchando contra “animales humanos”. Al igual que el Primer Ministro Netanyahu, Gallant ya enfrenta una orden de arresto por crímenes de guerra de la Corte Penal Internacional.
Netanyahu también está acusado de incitación al comparar la guerra de Gaza con la historia de la lucha judía contra un enemigo conocido como Amalec. En la biblia, Dios le dice al pueblo judío que elimine a todos los hombres, mujeres y niños de Amalec, así como sus posesiones y sus animales.
El tercer oficial señalado es el Presidente Isaac Herzog, quien en la primera semana de la guerra condenó a los palestinos de Gaza por no levantarse contra Hamás. Dijo el 13 de octubre de 2023 que “es una nación entera allí afuera la que es responsable”.
Legalmente, es difícil probar el crimen de genocidio. Las personas que redactaron la Convención sobre el Genocidio, y las interpretaciones hechas por la CIJ en casos más recientes, deliberadamente establecieron un listón legal alto.
En la Corte Internacional de Justicia en La Haya, Sudáfrica ha presentado un caso de que Israel ha cometido genocidio contra los palestinos. Tomará varios años para que el caso sea adjudicado.
Pero con la guerra en Gaza continando y quizás escalando aún más con la actual ofensiva israelí, el informe de la ONU va a profundizar las divisiones internacionales sobre la guerra.
De un lado están los países que exigen un alto inmediato a la matanza y destrucción en Gaza, y condenan la hambruna causada por el asedio de Israel. Incluyen al Reino Unido y Francia.
Del otro lado están Israel y los Estados Unidos. La administración del presidente Donald Trump continúa proporcionando ayuda militar vital y cobertura diplomática sin la cual los israelíes lucharían para continuar la guerra en Gaza y sus campañas de bombardeos en otras partes del Medio Oriente.