Horror descubierto en Fuente Alamo: el caso de los ‘Care Home’ británicos.

Un hogar de ancianos dirigido ilegalmente por británicos y operando bajo la apariencia de una casa rural ha sido descubierto en el pueblo de La Manchica, cerca de Fuente Álamo en Cartagena, España.

El escándalo surgió después de que una mujer inglesa de 84 años, conocida como A.S., fuera llevada de urgencia al hospital en condición crítica el mes pasado. Fue encontrada en una habitación sucia en una casa de campo remota, sufriendo de deshidratación, insuficiencia renal y heridas infectadas. El personal médico la describió como “al borde de un coma”.

La casa de campo, propiedad de la pareja británica Brian y Susan, presuntamente ha operado como un centro de cuidado de ancianos sin licencia durante años. La pareja se mudó a La Manchica en 2018 y estableció ‘Pensión Hakuna Matata – Casa Rural’ y un bar.

Promocionado en línea a través de su sitio web Casa Care como ofreciendo “servicios de cuidado profesionales y de alta calidad” para aquellos que necesitan apoyo continuo, la realidad es mucho más sombría.

Los precios oscilaban entre €100 por un día individual hasta €2,000 por cuatro semanas (excluyendo el IVA). Sin embargo, investigaciones de elDiario.es revelan que el establecimiento carece de acreditación y no ofrece cuidado médico o personal genuino.

Aunque Brian afirmó que la residencia cerró hace más de una década, fotos, videos y ofertas de trabajo recientes de 2023 y 2024 sugieren lo contrario. Residentes ancianos, incluyendo a A.S., aparecen con frecuencia en estas imágenes, a menudo en condiciones vulnerables.

Testimonios del Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) en Fuente Álamo, quienes supuestamente han visitado la propiedad en múltiples ocasiones a lo largo de los años, respondiendo a llamadas que involucran a británicos frágiles, describen a los residentes ancianos británicos viviendo en condiciones espantosas, rodeados de basura, animales y desechos humanos.

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A pesar de alertas repetidas e una inspección de la Guardia Civil en 2020, las autoridades no han tomado medidas efectivas. Se ha culpado a retrasos burocráticos y a la falta de coordinación entre servicios sociales, de salud y de aplicación de la ley.

Vecinos y lugareños han sospechado durante mucho tiempo que la residencia operaba ilegalmente, algunos acusando a la pareja de delitos adicionales, incluyendo fraude de beneficios, crueldad animal e incluso tráfico de drogas.

Los lugareños expresan temor a represalias y frustración por la falta de intervención. A.S. permanece en el hospital, mientras que el estado de otros posibles residentes es desconocido.

Profesionales médicos involucrados a lo largo de los años dicen sentirse impotentes, ya que los canales oficiales parecen no responder a pesar de la amplia conciencia sobre la situación.