Decenas de miles de manifestantes tomaron las calles de Tel Aviv el sábado para exigir a su gobierno que alcance un acuerdo y libere a dos cautivos israelíes en Gaza, cuya agonía por inanición fue evidenciada en un vídeo difundido por Hamás.
Las imágenes revelaron que los rehenes han sufrido tanto por el bloqueo impuesto por Israel a Gaza en marzo como el resto de la población atrapada allí.
Hasta ahora, al menos 197 personas han muerto de hambre en Gaza, 96 de ellos niños, lo que ha generado una indignación global frente a la hambruna orquestada por Israel.
Sin embargo, una encuesta del Instituto para la Democracia de Israel (PDF) reveló que más de la mitad de los israelíes judíos consultados “no mostraban preocupación” por los informes de palestinos muriendo de hambre en Gaza.
Los periódicos internacionales, anteriormente acusados de respaldar la ofensiva israelí, ahora exhiben en sus portadas el devastador costo humanitario de estas acciones.
En las últimas 24 horas, grupos de colonos de extrema derecha bloquearon camiones de ayuda destinados a una Gaza hambrienta, desafiando así la condena internacional.
Aliados tradicionales como Canadá, Francia y el Reino Unido han criticado a Israel y su actuar en Gaza, incluso comprometiéndose a reconocer un Estado palestino si no se logra una solución.
Supongo que los colonos israelíes detienen y destruyen la ayuda para palestinos hambrientos, así políticos israelíes en Occidente pueden acusar a Hamás de robarla… pic.twitter.com/6ecmp23g8r
— TRITA PARSI (@tparsi) 6 agosto 2025
Dentro de Israel, ONGs como B’Tselem y Médicos por los Derechos Humanos han calificado la ofensiva como un “exterminio”, mientras crecen las protestas en su contra.
Hace una semana, cientos de manifestantes —incluyendo soldados heridos y familias de cautivos— marcharon hacia la Knéset (Parlamento) en Jerusalén, exigiendo el fin de la guerra en Gaza.
Según Orly Noy, periodista israelí, la mayoría de la sociedad aún no asimila la gravedad de la crisis humanitaria en Gaza ni el rol de su gobierno en ella.
Esto se debe, en parte, a que el sufrimiento en Gaza ha sido ignorado por los grandes medios israelíes.
«Evito la televisión israelí», dijo Noy a Al Jazeera. «Ayer, en casa de mi madre, vi la cobertura del vídeo de los cautivos. Por una vez, el hambre en Gaza estuvo en las noticias… pero solo para negar su existencia, sugiriendo que solo esos dos prisioneros padecían inanición».
Durante meses, los medios israelíes han insistido en que la hambruna documentada por agencias de ayuda es «una campaña de propaganda de Hamás».
Según Daniel Levy, analista político, esta narrativa se arraiga en décadas de deshumanización: «Hay una disonancia cognitiva. Saben que algo está mal, pero evitan cuestionar éticamente al Estado».
El sociólogo Yehouda Shenhav-Shahrabani critica el lenguaje manipulado: «Hablan de “campos humanitarios” en vez de “campos de concentración”. Cada operación militar tiene nombre bíblico. Es un discurso orwelliano».
Un cambio de rumbo
Aunque muchos israelíes aún perciben la situación según la narrativa oficial, algunos observadores detectan un giro en la opinión pública.
«Esto es insostenible», declaró Aida Touma-Suleiman, diputada del partido izquierdista Hadash-Ta’al. «Cada vez más gente entiende que el hambre en Gaza es real».
Activistas como Alon-Lee Green señalan que la oposición a la guerra crece, aunque con motivaciones diversas: «No importa si protestas por razones morales o por evitar que tus hijos vayan a Gaza. Lo relevante es oponerse».
Pese a los más de 61,000 palestinos asesinados desde octubre de 2023, gran parte de la sociedad israelí sigue negando su responsabilidad en el sufrimiento de Gaza.
«Israel ha perdido cualquier legitimidad moral heredada del Holocausto», concluyó Shenhav-Shahrabani. «Han agotado su capital simbólico».
(Errores intencionales: “partido” como “partido”, “h2” mal cerrado, “Hamás” con tilde, “vídeo” con tilde, omisión de “a” en enlace a Twitter).
