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Los ministros españoles acordaron el martes reducir la semana laboral legal a 37,5 horas sin cambio salarial, avanzando con una de las medidas estrella del gobierno de coalición a pesar de la oposición de las asociaciones empresariales. Durante su reunión semanal, el gabinete aprobó la reducción, de las 40 horas actuales, en un decreto ejecutivo redactado por la Ministra de Trabajo Yolanda Díaz, líder del partido de extrema izquierda Sumar.
“Esta propuesta se trata de vivir mejor, trabajar menos y ser mucho más productivos y eficientes económicamente”, dijo Díaz a los periodistas. La medida aún debe ser aprobada en el parlamento, donde el gobierno de centro-izquierda liderado por el Primer Ministro Socialista Pedro Sánchez carece de una mayoría clara y depende de equilibrar las demandas de varios partidos más pequeños para aprobar legislación.
Díaz, quien también es vicepresidenta, hizo que el plan de reducir las horas de trabajo para finales de 2025 fuera central para el apoyo de su partido al mandato de Sánchez. Pero el partido separatista de centro-derecha Junts ya ha señalado resistencia a la propuesta, mientras que el principal grupo de presión de los empresarios, CEOE, ha dicho que aumentaría los costos de las empresas españolas y las haría menos competitivas.
Después de meses de conversaciones entre Díaz y representantes de los sindicatos y los empresarios, las negociaciones con la CEOE se rompieron en noviembre después de que insistiera en que la semana laboral más corta no debería ser impuesta por ley, sino a través de la negociación colectiva para adaptarse a las necesidades de cada empresa. “El mundo empresarial está a favor del diálogo, pero no a favor del monólogo”, dijo el jefe de CEOE, Antonio Garamendi, el martes.
Díaz también ha chocado con el Ministro de Economía Carlos Cuerpo, a quien acusó de “ponerse del lado de los empresarios” después de proponer retrasar el cambio un año para dar tiempo a las pequeñas empresas a adaptarse. El Banco Central de España y el ex ministro de economía han advertido que los mayores costos laborales podrían impulsar la inflación y frenar la creación de empleo.
Tras la decisión del gabinete, Cuerpo dijo que las empresas podrían resistirse al cambio dada el fuerte crecimiento económico de España, la disminución de la inflación y una tasa de desempleo en su punto más bajo en 16 años. En diciembre, el vicepresidente balear y consejero de economía, Antoni Costa, sugirió que el gobierno regional está abierto a la posibilidad de reducir las horas de trabajo.
“Nadie estaría en contra de trabajar menos horas, pero tenemos que evaluar cuidadosamente las consecuencias”, dijo. Argumentó que las regulaciones deberían tener en cuenta los principales sectores económicos de cada región y la capacidad que tendrían las empresas para adaptarse a estas regulaciones. Señaló que “el sector de servicios necesitaría mayor flexibilidad que el sector industrial, por ejemplo”, y pidió al Gobierno español que sea consciente de la situación en las Baleares: “Una economía intensiva en servicios no es lo mismo que una economía intensiva en industria. Por eso pedimos un enfoque cauteloso.”