El vicepresidente y portavoz del Gobierno balear, Antoni Costa, afirmó el viernes que el gobierno estaba abierto a mediar si las negociaciones de negociación colectiva de la industria hotelera siguen estancadas.
Esto marcó un cambio de postura por parte del gobierno, que anteriormente dejó claro que las dos partes debían llevar a cabo sus negociaciones sin interferencias externas. El enfoque del Partido Popular ha sido en marcado contraste con el del gobierno anterior, que estuvo activo en las conversaciones para los dos últimos acuerdos de hostelería. Esa participación fue desde el inicio de las negociaciones; no fue mediación.
La fecha límite original para concluir las negociaciones era el 22 de mayo, pero con las dos partes aún muy distantes en cuestiones clave -aumento de sueldo y reducción de horas de trabajo-, la actitud del gobierno ha cambiado. El sindicato UGT dijo el jueves que comenzaría acciones de protesta el 6 de junio y no descarta convocar huelgas en julio.
La Federación Hotelera de Mallorca, que lidera las conversaciones en el lado de los empleadores, respondió al anuncio de Costa afirmando: “El ámbito de la negociación colectiva es responsabilidad de empresarios y sindicatos. Mientras la posibilidad de entendimiento entre las partes siga abierta en las próximas reuniones, confiamos en la responsabilidad y madurez de todas las organizaciones. Pero si surgiera un estancamiento, sería necesaria la mediación para lograr un acuerdo.”
Los sindicatos son más abiertos a la mediación. El secretario general de la federación de servicios de UGT, José García Relucio, acogió con satisfacción el “cambio de opinión” del gobierno. “La mediación siempre es buena.” Pero esta evaluación cambiaría si el gobierno “estableciera líneas rojas en las negociaciones y se pusiera del lado de los empresarios”. La administración Prohens “siempre ha mostrado reticencia” a considerar una reducción de horas de trabajo.
